Capítulo 5.
A la mañana siguiente Ignazio dejó lista la alarma para levantarse muy temprano, debía ser puntual sino se metería en problemas o más bien metería en problemas a Víctor, pero, digamos que la alarma no fue de mucha ayuda para levantar al dormilón Ignazio Boschetto, por eso pidió refuerzos con un plan B.
¡Joven Ignazio! Son las 6:00 am justo la hora que me pidió lo despertara – Se escuchó afuera frente a la puerta de la habitación de Ignazio la voz de uno de los mayordomos que trabajaban en la mansión Boschetto –
Queeee.... ¡Déjeme dormir! – Balbuceó Ignazio acomodándose hacia el otro lado de la cama, sería casi imposible levantar a alguien que está acostumbrado a despertarse como a las 10:00 am por decir una hora prudente –
¡Joven Ignazio debe levantarse sino me veré obligado a usar el plan C que usted mismo me indicó! – Seguía el mayordomo tratando de levantar a Ignazio –
¿Qué plan? ¿Por qué me levantas a esta hora yo...? ¡Esperen! ¡_________!- Exclamó Ignazio sentándose en la cama rápidamente parece que la memoria le volvió y recordó la locura que estaba cometiendo –
¡Bien lo siento mucho joven pero usted lo pidió! – Dijo el mayordomo abriendo la puerta y dejando caer un vaso gigante de agua helada sobre Ignazio –
¡Oye! ¡Ya estaba despierto! – Gritó Ignazio tratando de limpiarse toda el agua de su cara –
¡Lo lamento pero indicó claramente varios planes para despertarse ayer! Plan A: la alarma, sino despertaba Plan B: venir a tocar a su puerta para que se levantara, sino se despertaba Plan C: el vaso con agua helada joven – Explicaba muy serio el mayordomo a Ignazio que solo lo veía con cara de querer matarlo pero también recordó que esas fueron las indicaciones que le había dado el día anterior, ¡Necesitaba despertarse temprano! Y ésa fue la única idea que se le ocurrió para no dormirse –
¡Sí, sí, gracias! Pero en otra vez sólo lleguemos al Plan B de acuerdo – Le dijo Ignazio levantándose de la cama y dirigiéndose al baño, necesitaba llegar a las 7:00 am en la juguetería –
El chofer de la familia lo llevaría pero a la universidad, ya que según todos especialmente su padre, él volvería a estudiar, de ahí caminaría a la juguetería que no estaba muy lejos, ya había arreglado el horario de sus clases para recibirlas después de salir del trabajo, después de todo era Ignazio Boschetto, hijo de un empresario millonario y exitoso, no le pidieron más explicaciones.
¡Buenos días ________! – Saludó Ignazio a la chica culpable de obligarlo a hacer esta locura –
¡Buenos días Víctor! ¿Cómo amaneciste? – Contestó ______ el saludo con la hermosa sonrisa que siempre la caracterizaba –
¡Ahora que te veo mucho mejor! – Exclamó Ignazio mirándola fijamente de nuevo a lo que ______ se volvió a apenar e intentó disimular el rubor de sus mejillas pasando uno de sus cabellos por detrás de la oreja, ¡Vaya conquistador nos resultó Víctor -Ignazio! –
¿Y cómo están tus padres? ¡Debe ser difícil ser el único sustento de tu familia! – Preguntó _______ para disipar un poco el romance que flotaba por ahí –
¡Mi padre está bien! A mi madre no la he visto desde la semana pasada, y mis pobres padres ancianitos comprenden muy bien la situación y no exigen nada más de los que puedo darles – Si su padre supiera que lo llamó "ancianito" ¡lo mandaría a trabajar pero a Alaska! –
¡Qué bueno por tu padre y que ambos te comprendan! Pero debes visitar más seguido a tu madre, ha pasado por momentos difíciles y quizás tú seas la única fuerza con la que ella cuenta – Ignazio nunca había pensado eso, jamás había considerado la situación de su madre desde esa perspectiva, siempre había sido indiferente y creía que actuaba bien sino apoyaba a ninguno de sus padres –
¡Creo que tienes razón! ¡Trataré de visitarla más seguido! – Exclamó Ignazio suspirando un poco, esas palabras de ________ lo habían hecho reflexionar de una manera que nunca pensó podría hacerlo –
¡Víctor Pérez! Al menos llegaste puntual, ¡Ven conmigo! Te mostraré las tareas que tienes para este día – Escuchó la voz del señor Palacios que se acercaba y acabó con la magia que siempre se hace presente cuando Ignazio habla con _______ -
¿Pero acaso no estaré aquí en ventas... para vender juguetes? – Preguntó Ignazio muy extrañado y asustado, se suponía que estaría allí ¡Con _______! ¿Qué estaba pasando? –
¡Sí! pero hoy llegaron nuevos juguetes y necesito que alguien los desempaque de sus cajas y los traiga aquí para acomodarlos en los estantes ¿Tienes algún problema con eso? – Lo retó el señor Palacios con un gesto muy desagradable, la verdad no le quedaba de otra –
¡No ninguno señor! – Dijo Ignazio algo apenado y entendiendo la situación, debe controlarse y tratar de no ser tan... ¡Ignazio Boschetto el hijo del dueño! Y ser sólo Víctor Pérez un empleado más que debe obedecer sin quejarse ni dar sus opiniones –
¡Muy bien! Ve a la bodega y empieza a desempacar – Le dijo el señor Palacios volviendo a su oficina, Ignazio le sonrió a ______ y se dirigió a la bodega, ¡Eran mil cajas! Sería un duro trabajo, pero no contaba con lo que venía a continuación –
¡Ignazio! ¿Qué haces aquí? – Escuchó tremendamente horrorizado una voz que mencionó su nombre, respiraba muy agitado y nervioso, ¡El primer día y ya alguien lo descubrió! ¡Esto no podría ser peor! –