Capítulo 18.
_________ no podía quitarse de la cabeza el beso que Ignazio le dio, jamás había sentido tanta pasión y deseo por alguien, estaba segura que él sentía lo mismo sino ¿porque la besaría? Pero lo que no entendía era porque se resistía a ella, ¿Por qué se alejaba de ella? ¿Por qué parece sentirse culpable? Al parecer pronto tendrá las respuestas a todas esas preguntas.
¡Hija apresúrate! Y ¿Cómo me veo? – Exclamaba Ángeles muy nerviosa, se le notaba lo emocionada pero al mismo tiempo alterada que estaba, no era para menos, ¡El amor de su vida vendría por ella! –
¡Mamá ya estoy lista! Y te ves hermosa como siempre, seguro al señor Boschetto le encantará como te ves – Decía _______ con una risita pícara, disfrutaba ver a su mamá sonreír de esa manera, después de la muerte de su papá no lo había hecho –
¡_______! Soy tu madre, no me hables así – La retaba su mamá fingiendo enojo, siempre le seguía el juego a ________ era una manera en la que se divertían y compartían entre madre e hija –
En ese momento sonó el timbre de la casa, era el señor Boschetto que ya estaba parado frente a su puerta, parecía muy ansioso y se quedó boquiabierto al ver salir a Ángeles tan bella como siempre la había recordado.
¡Ángeles! ¡Te ves hermosísima! – Exclamó el papá de Ignazio mirándola atentamente y suspirando como nunca pensó volverlo a hacer –
¡Gracias! – Contestó muy apenada la mamá de _______, siempre había sido muy discreta y recatada, los halagos sólo la apenaban, pero eso no significaba que no le gustara escucharlos, especialmente si venían de él –
¡Tú también estás bellísima _________! Simplemente me sigue asombrando el extraordinario y casi perfecto parecido que tienes con tu mamá, ¡Parecerían gemelas si tuvieran la misma edad! – Dijo el señor Boschetto volteando a ver a _______ que sólo sonreía –
¡Eso me lo han dicho seguido! – Exclamó Ángeles tomando el brazo que el señor Boschetto le ofrecía para caminar hacia la limusina que los esperaba, después de todo recordemos que él es un empresario multimillonario –
Llegaron a la mansión Boschetto y ambas quedaron totalmente impresionadas por lo enorme, lujoso y distinguido que era ese lugar, ¡Eso no era una casa o mansión era un castillo!
¡Bienvenidos! – Los saludó un mayordomo que abrió la enorme y hermosa puerta de la entrada principal y pudieron apreciar lo majestuoso que era todo, escaleras dobles exquisitamente diseñadas para que sean lo primero que se vea al entrar, ambos lados van a dar arriba donde se aprecia un enorme espejo con un florero gigante cuyas flores cambian todos los días para que siempre luzcan frescas, un candelabro de cristal enorme que cuelga en el centro del techo provoca una luminosidad dorada que resalta todas las otras piezas delicadas y finas que adornan el recibidor –
¡Todo es muy hermoso! Me alegra tanto que cumplieras tu sueño – Decía la mamá de _______ muy orgullosa por él –
¡Este sueño era de los dos Ángeles! Sólo lo cumplí por ti, por si algún día regresabas este sería tu regalo de parte mía y mira ¡Aquí estás! No me equivoqué – Exclamó el señor Boschetto tomando su mano y besándola delicadamente, parecían novios recién enamorados, como si el tiempo que estuvieron separados jamás hubiera pasado –
¡Gracias! – Dijo ella ruborizándose un poco y mirando hacia abajo –
¡Mi hijo Ignazio bajará en seguida! Por favor tomen asiento en el comedor – Las invitó señalando un pasillo enorme decorado increíblemente hermoso, al final se encontraron con una mesa enorme y deliciosamente arreglada para una cena de presidentes o reyes, con solo verla despertaba el apetito aún sino tuvieras hambre –
¡Esto es como un sueño! – Dijo _______ con los ojos brillantes y llenos de asombro, jamás había visto tanta belleza en una mesa de comedor –
¡Y en este sueño ya están incluidas ustedes dos! – Dijo el papá de Ignazio acariciando su mejilla con una sonrisa como si fuera su hija, en serio ya se sentía el papá de ________ -
¡Es maravilloso! – Exclamó Ángeles muy feliz –
¡Llama a Ignazio! Sólo falta él – Le ordenó el señor Boschetto a uno de los muchos mayordomos que estaban de pie esperando atender cualquier cosa que se les ofreciera a las invitadas o al señor –
¡En seguida señor! – Contestó el mayordomo dirigiéndose a la habitación de Ignazio, pero se lo encontró en el camino –
¿Ya es hora? – Le preguntó Ignazio al mayordomo que se había encontrado en las escaleras –
¡Sí joven Ignazio! Todos lo esperan en el comedor – Indicó el mayordomo señalando el pasillo, Ignazio terminó de bajar las escaleras y al dar la vuelta para entrar al pasillo y pasar al comedor su rostro se congeló y sus ojos se dilataron muchísimo, un pánico terrible se apoderó de él, el miedo de ser descubierto se hizo presente –
¡_______! ¿Qué haces aquí? ¿Ellas son las invitadas de mi padre? ¡Se suponía que se reconciliaría con Ángeles pero...! En serio esto no me lo esperaba – Exclamó Ignazio devolviéndose por las escaleras, simplemente no pensaba bajar, no estaba listo para decirle la verdad a _______ pero algo hizo que se detuviera y su identidad estuviera en peligro -
¡Víctor! ¿Qué haces aquí? – Escuchó la voz que lo dejaba sin aliento, pero esta vez era sólo de temor, temor a perderla ¡No quería hacerle daño! No era el momento, no era el lugar, ¡Ella se sentiría engañada y traicionada si lo descubría en estas circunstancias! –
¡__________! Yo... - En ese momento escuchó que su padre se acercaba, seguramente venía a ver por qué tardaba tanto, tomó de la mano a ________ y subió con ella las escaleras, abrió una puerta que en ese momento no estaba seguro de que habitación era y la cerró, ¡Debía esconderse! Al segundo se dio cuenta que tenía abrazada a _______ y el contacto con su piel le hacía imposible resistirse un minuto más –
