Capítulo 13.
Esto no podía ser posible, Ignazio no daba crédito a lo que veía, sus ojos lo estaban engañando, definitivamente no se esperaba encontrarse en una situación así, no sabía que pensar.
¡________! – Exclamó Ignazio tomando la foto de las manos de su padre y mirándola fijamente –
¿________? ¿Quién es _________? – Preguntó su papá algo extrañado por la reacción de Ignazio –
¡Es... una amiga que se parece a ella! – Respondió simplemente Ignazio sin dejar de ver la fotografía, ¡Era demasiado el parecido! –
¿En serio? ¡Es un hermoso nombre! De hecho siempre quise llamar así a una hija mía, ¡pero tuve un hijo! – Exclamó el papá de Ignazio riéndose mucho, no se daba cuenta de la cara de susto que tenía su hijo –
¿Una hija tuya con ese nombre? – Decía Ignazio poniéndose muy pálido, eran muchas coincidencias –
¡Sí! siempre quise tener una hija con ella, y hablábamos de que cuando la tuviéramos le pondríamos ese bello nombre ¡_______! ¿No suena hermoso Ignazio? – Le preguntó su padre tomando la foto de sus temblorosas manos y mirándola fijamente ahora él, Ignazio estaba entrando en un estado de shock –
¿Cómo se llama la mujer de la foto? – Preguntó Ignazio levantándose de la silla del comedor y perdiéndose en sus pensamientos ante la vista de su padre –
¡Se llama Ángeles! – Respondió con una enorme sonrisa –
¿Ángeles? – Exclamó Ignazio volteando a ver a su padre –
¡Sí! ¡Ángeles es el nombre más hermoso que jamás había escuchado! Y ella era un ángel en verdad – Dijo el papá de Ignazio dándole un beso a la foto que volvió a guardar con mucha delicadeza en su cartera –
¡Padre! ¿No tuviste hijos con Ángeles? – La pregunta de Ignazio dejó sorprendido al señor Boschetto que lo miró muy extrañado –
¿Por qué esa pregunta hijo? – Le respondió evasivamente –
¡Padre! Sólo responde – Le pidió Ignazio completamente cambiado, ¿qué le pasaba? Estaba muy desesperado –
¡Ya te dije que ella desapareció Ignazio! No sé nada de ella desde ese entonces, no sé si vive o no y además ¿Por qué te interesa eso? Que yo sepa no tienes medios hermanos por ahí, ¡aunque no lo creas nunca le fui infiel a tu madre hijo! – La respuesta de su padre no fue suficiente, necesitaba saber más, necesitaba confirmar sus sospechas aunque deseaba que no fueran ciertas –
¡Voy a salir padre! – Dijo Ignazio retirándose rápidamente y casi corriendo, salió en su auto y se apresuró a llegar al lugar donde se encontraba la única persona que podía sacarlo de esta duda que lo estaba matando –
¡Ya voy, ya voy! – Decía Mati acercándose a la puerta para abrirla al escuchar la insistencia con la que tocaban –
¡Mati! – Dijo Ignazio entrando de repente y cerrando la puerta, estaba muy agitado –
¿Ignazio qué haces aquí? – Le preguntó la señora Mati algo preocupada por la presencia de Ignazio en su casa ya de noche –
¡Mati! ¿Cómo se llama la mamá de _________? – Preguntó Ignazio tomando de los brazos a la señora Mati que no entendía nada de lo que estaba pasando –
¡Ignazio estás muy alterado! ¿Qué te pasa? Puedo...
¡Respóndeme Mati! ¿Cómo se llama la mamá de __________? – Interrumpió Ignazio a la señora Mati que lo miraba muy confundida –
¡Está bien! ¡Está bien! Cálmate ¿Puedes soltarme? – Decía Mati tratando de que Ignazio no siguiera sujetándola con tanta fuerza, después de todo era una señora mayor muy delicada –
¡Dime su nombre por favor! – Suplicó Ignazio casi llorando –
¡La mamá de ________ se llama Ángeles! – La respuesta de Mati no era la que Ignazio esperaba, más bien no era la que deseaba escuchar, pero en el fondo sospechaba que le diría eso –
¡No puede ser! – Gritó Ignazio golpeando con puño cerrado la pared y llorando –
¡Ignazio no hagas eso, te harás daño! – Le dijo Mati casi llorando también y muy asustada de la reacción de Ignazio –
¡Tú lo sabías! ¿Verdad? ¡Casi me lo dices esta mañana cuando te confesé lo que sentía por ________! ¿Cierto? – Decía Ignazio sin mirarla de frente y completamente perdido en su dolor –
¡Sí! pero no te lo dije porque no hay seguridad, puede y no puede ser además...
¡__________ puede ser mi hermana! ¡No quiero saber más! – Seguía gritando Ignazio dejando caer sus lágrimas y se veía completamente vencido, Mati lloraba con él, no quería verlo sufrir así –
¡Tranquilo mi niño! ¡Sí tú te pones así no quiero ni imaginar cómo se pondrá __________ cuando lo sepa y...!
¡Ella no lo sabrá! Sólo me alejaré de ella y punto no quiero verla – Interrumpió Ignazio dirigiéndose a la puerta para irse -
¡Ignazio nada es seguro! Hay que confirmar si es tu hermana o no...
¡No quiero confirmar lo que es obvio Mati! ________es hija de mi padre y Ángeles, mi media hermana, ¡Debo alejarme de ella! Ahora entiendo esta atracción irresistible, era el llamado de la sangre nada más pero yo no la veo como hermana sino como... ¡Mejor me voy! – Dijo Ignazio retirándose de la casa de Mati y dejándola fuertemente afectada, ella los quería mucho a los dos y no soportaba verlos sufrir, Ignazio ya estaba sufriendo y pronto sufriría ________ -