Capítulo 12.
La invitación de _______ era toda una tentación para Ignazio, ¡Nada le gustaría más que conocer a su futura suegra! Pero de repente le volvió a la mente lo que Mati le había dicho y no sabía por qué pero necesitaba averiguar qué quiso decir la secretaria con esas palabras.
¡Me encantaría ________! Pero no puedo, es el cumpleaños de mi padre y acepté cenar con él hoy y... - Ignazio se dio cuenta demasiado tarde, ¡Había cometido una imprudencia con ese comentario! –
¡También es el cumpleaños de tu papá! ¿En serio? Igual que el día del jefe – Exclamó _______ muy feliz sin darse cuenta de nada –
Hem... sí, discúlpame – Dijo Ignazio mordiendo sus labios y cerrando sus ojos como reprochándose a sí mismo la tontería que acaba de decir y peor aún, más mentiras –
¡Está bien! Tu papá es primero, será otro día entonces, ¡a trabajar! – Decía ______ mientras se despidió de Ignazio con una sonrisa y se dedicó a atender unos clientes que estaban llegando –
¡De veras lo siento _______! Espero que entiendas que nunca quise lastimarte y me perdones – Susurraba Ignazio mientras observaba a ________ trabajar, no se podía ni imaginar la vida sin ella, Víctor tenía razón, esta situación se estaba complicando demasiado, ya que nunca pensó enamorarse de ella –
El día de trabajo terminó y ______ se despidió de Ignazio, quién rápidamente se disponía a ir a sus clases, ¡No debía fallarle a nadie más! Después que terminaron las clases en la universidad se dirigió a casa, esperando cenar con su padre, como habían quedado.
¡Ignazio! Que gusto que me acompañes a cenar, sé que es solo por mi cumpleaños pero te agradezco el gesto – Sonrió el señor Boschetto muy feliz, al menos algo bueno le había dejado su matrimonio fallido, ¡Tenía a Ignazio! –
¡De nada papá! Feliz cumpleaños, y déjame decirte que cenaré contigo todos los días de hoy en adelante – Propuso Ignazio tomando asiento en el enorme y lujoso comedor que tenían en la mansión Boschetto –
¡Wow! ¿A quién le debo este milagro? – Bromeó el señor Boschetto muy cómico pero conmovido –
¡Papá! Sólo quiero pasar más tiempo contigo es todo – Decía Ignazio comenzando a cenar –
¡Está bien! No diré más... hem... Ignazio – Dijo su papá algo serio –
¿Dime padre? – Exclamó Ignazio levantando la vista para verlo de frente –
¡¿Recuerdas la historia que te conté un tiempo después de que tu mamá se fue?! – Le preguntó su padre mirándolo fijamente –
¡Sí lo recuerdo! Dijiste que me la contarías completa cuando tuviera edad – Respondió Ignazio esperando que ese momento haya llegado –
¡Sí! ya tienes edad, veras Ignazio dicen que el primer amor nunca se olvida y... ¡Tienen razón! – Suspiró el señor Boschetto –
¡Sí eso dicen padre! Te pasó a ti, me hablaste algo de tu primer amor pero no dijiste más – Replicó Ignazio muy pensativo, ¿Acaso su padre no le tenía confianza? –
¡Lo sé! y no es necesario darte detalles, pero lo que te puedo decir es que la amé muchísimo, ¡aún la amo! – Suspiró el padre de Ignazio algo triste, los recuerdos seguramente volvían a él –
¿Por eso mamá te reclamaba? – La pregunta de Ignazio era delicada, pero ya tenía la edad suficiente para entender –
¡Sí! ella siempre me reclamó que no la amé lo suficiente, ahora me pregunto si alguna vez siquiera la amé un poquito o fue sólo mi consuelo por haberla perdido a ella, ¡No te vayas a enojar! Después de todo ella es tu mamá – Dijo el señor Boschetto entendiendo la situación de Ignazio como hijo de los dos –
¡No te preocupes padre, ella es difícil y eso lo sé! ¿Por qué crees que quise vivir contigo y no con ella después del divorcio? – Dijo Ignazio sin darle la mayor importancia al asunto bebiendo un poco de agua para que lo dulce del postre de chocolate pasara –
¡Sí entiendo! ¿Quieres conocerla? – Le preguntó su papá sacando una fotografía de su cartera –
¿Aún tienes una foto de ella? – Preguntó Ignazio muy sorprendido de que su padre aún contara con una foto de su primer amor –
¡Sí! la única que tu madre no pudo quemar... siempre desde que ella me la dio la guardé en mi cartera por eso se salvó – Exclamó el señor Boschetto mirando la foto con profunda ternura, ¡Aún la amaba y la extrañaba! –
¿Qué pasó con ella? – La pregunta de Ignazio era muy interesante –
¡No lo sé! simplemente desapareció, incluso me he preguntado si hice algo mal para que ella solo se fuera – Suspiró el padre de Ignazio contemplando fijamente la fotografía con los ojos brillantes –
¡Vamos! Seguro no fue tu culpa, hay tantas cosas que pasan padre – Sin querer Ignazio tenía razón, la culpa de todo lo tiene su madre –
Bueno eso no importa ya... no sé si está viva o muerta, sólo me conformo con disfrutar los recuerdos del tiempo que pasé con ella, mira, ¿Acaso no es hermosa? – Exclamó el padre de Ignazio mostrándole la foto, él levantó la vista para verla y quedó completamente petrificado ¡No lo podía creer! ¡Esto debe ser una broma de mal gusto!