Capítulo 25.
La velada no pintaba que sería nada divertida, ni agradable ni mucho menos cómoda, fingir que no conocías a la persona con quién te has dado besos apasionados no es fácil y peor aún, ¡Querer besarla aún sabiendo la verdad! Que te estremezca con sólo verla y no poder dejar que los otros lo noten.
¡Qué gusto que por fin cenemos juntos! Como la familia que pronto seremos – Exclamó el papá de Ignazio muy feliz tomando la mano de Ángeles y besándola tiernamente, Ignazio y __________ sólo se limitaban a comer y a sonreír de vez en cuando –
¡Sí es tan bello este momento! por cierto te cuento que mi ________ está enamorada – Decía la Ángeles con una gran sonrisa, eso sorprendió a Ignazio pero sonrió levemente porque sabía de quién hablaba –
¿En serio? ¿De quién? – Preguntó el papá de Ignazio ante los ojos asustados de ________ ¿Y si los habían descubierto? –
¡No estoy segura pero me hago una idea! ¡Ian llegó a buscarte hoy _______! – Las palabras de Ángeles le borraron la leve sonrisa a Ignazio que levantó la vista y cortó la carne que tenía en el plato de una sola vez, ¡Le había puesto demasiada fuerza al cuchillo! –
¿Quién es Ian? – La pregunta de Ignazio sorprendió pero no extrañó a los padres excepto a ________ -
¡Ian es un compañero de ________ de la universidad, ha llegado a casa a visitarla muchas veces y me parece que le gusta mucho! – Contestó Ángeles muy emocionada sin saber que estaba despertando unos incontrolables celos en Ignazio –
¡Mamá! ¡Ya basta! – Le suplicó __________ algo apenada y mirando de reojo a Ignazio que se había dado a la tarea de hacer trocitos toda la comida de su plato con tremenda fuerza y su frente se estaba arrugando notablemente –
¡Hija que no te de pena que tu futuro padre y hermano sepan que estás enamorada! - ¡Definitivamente no entendían nada! –
¡Es muy cierto! Después de todo Ignazio también está enamorado – Al escuchar eso Ignazio casi expulsa el agua que estaba tomando en ese momento ¿Acaso era tan obvio? –
¿En serio? ¡Qué maravilla! ¿Y quién es la afortunada? – Ahora le tocaba a ___________ ponerse celosa, se mordió los labios y parece que tenía algún problema con la servilleta que estaba en su regazo ya que la estrujaba con demasiada fuerza –
¡Sí! ¿Quién es la afortunada? – Volvió a recalcar la pregunta de su mamá una muy cambiada _________ que estaba muy seria y parecía molesta –
¡La verdad no lo sé! pero Ignazio está todo feliz y suspirando y sonriendo solo, que más sino es el amor, aunque creo saber de quién se trata – Ángeles estaba de lo más emocionada por saber quién era y ___________ pues... ella estaba acabando con la vida útil de esa servilleta –
¿De quién? – Preguntó la mamá de _________ como si se tratara de una súper telenovela dramática –
¡Imagino que es Esmeralda! Siempre está detrás de Ignazio – Se jactó el señor Boschetto de tener un hijo muy popular con las chicas –
¡Papá! Eso no es cierto – Dijo Ignazio volteando a ver a __________ que no lo miraba para nada y fingía estar muy ocupada apreciando el florero del comedor –
¡Bueno! No importa de quién se enamoren, aquí lo importante es que sean felices – Ignazio por un minuto sintió esperanza con esas palabras de su padre hasta que escuchó lo siguiente –
¡Exacto! Y tanto Ignazio como ________ deben aceptar y llevarse bien con sus futuros cuñados, como buenos hermanos que deben ser – Todo se terminó de arruinar con esas palabras de Ángeles, simplemente cada uno evitó verse en toda la cena y fingir que todo estaba bien –
Al terminar todos pasaron a la sala a disfrutar de una deliciosa taza de café importado después de la cena, cuando pasó un tiempo el señor Boschetto le dijo a Ignazio que llevara a _________ al jardín ya que la iluminación de noche era hermosa y resaltaba toda la variedad de flores con las que contaba.
¡Yo nunca tuve nada con Esmeralda! – Exclamó de repente Ignazio mirando al cielo estrellado mientras ________ apreciaba las flores del jardín a una prudente distancia de él y su aroma –
¡No me importa yo no te pregunté! – Fue la respuesta más brusca jamás antes dada por la dulce y educada _______ -
¡Pero quiero que lo sepas! ¿Y qué tal ese Ian? ¿Te gusta? – Preguntó Ignazio mirándola por un momento para ver su reacción –
¡Es un buen amigo! – Contestó nada más sin mirarlo ¿ni siquiera por un segundo? –
¡Al parecer él quiere ser más que tu amigo! – Insinuó Ignazio enojando a ________ -
¿Y a ti que más te da? ¿Por qué te importa si él me gusta o no o si él quiere ser más que un amigo? Y...
¡Porque estoy celoso __________! – La interrumpió dejándola completamente sin habla, ella solo lo miró esta vez sí muy de frente y los ojos se le llenaron de lágrimas pero ninguna cayó por su mejilla –
¿Qué? – Logró decir nada más ya que el nudo en su garganta no le permitía decir otra cosa –
¡Ya oíste! ¡Estoy absoluta e irremediablemente celoso! ¡Por favor ____________ jamás le vayas a hacer caso! – Casi suplicó Ignazio acercándose a ella sin pensarlo, siempre lo había llamado su cuerpo, su aroma, su piel, toda ella, este momento no era la excepción –