Capítulo 9.
Al día siguiente todos los empleados de la juguetería estaban discutiendo quién sería el encargado este año de llevarle su regalo y mejores deseos de cumpleaños al señor Boschetto, después de todo él era un jefe excelente y muy comprensivo, no gruñón y avaro como la mayoría. Él siempre se preocupa porque todos sus empleados estén bien y lo quieren mucho, se merece ese detalle y más.
¡Ya te dije! Tú lo hiciste el año pasado y ya aburres - Exclamaban todos rechazando la idea de que uno de los empleados, ejemplo en el trabajo a seguir, fuera "otra vez" el dichoso de desearle feliz cumpleaños al señor Boschetto -
¿Entonces quién sería?...
¡Y porque no va ________! - Dijo Ignazio espontáneamente muy emocionado -
¡Por supuesto! ¿Por qué no lo habíamos pensado? Ahora ya tenemos a ________, hace un año no estabas aquí, pero ahora contamos contigo y además eres la mejor empleada de todas - Dijeron todos estando completamente de acuerdo -
¡________ qué dices! ¿Quieres ese honor? - Le preguntó otro de los empleados a ________ mirándola directamente -
Bueno... si ustedes consideran que soy la indicada ¡Para mí es un privilegio! - Aceptó ________ muy contenta por saber lo que sus compañeros de trabajo piensan de ella -
¡Claro que eres la indicada! ¡Eres la mejor! - Dijo Ignazio lanzándole una mirada de esas que derriten el corazón con tan solo verlas, ya no digamos que vayan dirigidas a ti directamente, ________ sólo sonrió e inclinó su cabecita pequeña levemente con sus mejillas sonrosadas, la mirada profunda de ese chico tan extrañamente irresistible para ella parecía no tener fin -
¡Está decidido! _________ Tú le llevas el presente al jefe cuando volvamos con él y le deseas feliz cumpleaños de parte de todos - Le aclaraba muy emocionado el empleado que siempre se preocupaba por felicitar a todos en su cumpleaños, no solo al jefe -
¡Entendido! - Dijo ________ sonriendo sin percatarse que Ignazio la observaba detenidamente, parecía que no podía apartar los ojos de ella, le llamaba tanto la atención esa chica que parecía mentira, ella era un imán que lo obligaba a verla siempre que aparecía, ¡No cabía duda que había una atracción inexplicable! -
¡_________! - La llamó Ignazio tomándola delicadamente por el brazo y quedando casi frente a frente, la sujetaba cerca de su cuerpo y ________ se dio cuenta de eso pero disimuló todas las sensaciones de ese preciso momento -
¡Dime! - Contestó algo preocupada de que el rubor de sus mejillas y el nerviosismo fueran demasiado evidentes ante el contacto de Ignazio ¿Y si él se daba cuenta? -
¿Estás temblando? ¿Te sientes bien? - Preguntó Ignazio de repente al percibir el nerviosismo de _________ -
¡Sí estoy bien! - Respondió retirando su brazo de las manos de Ignazio y retrocediendo a una distancia prudente, Ignazio se dio cuenta de lo que le pasaba a ese encanto de chica -
¿Te pongo nerviosa? - Esa pregunta en sí no es tan mala, pero... sí la pronuncian con una voz tan seductora que te eriza la piel y se te acercan pícara y deliberadamente... ¡Estás en problemas ________! Precisamente eso estaba haciendo Ignazio -
Pfff!!! ¡Noooo! ¿Cómo crees? ¿Qué te hace pensar eso? - Trataba de quitarle importancia al asunto pero no lograba hacerlo, simplemente Ignazio era hermosamente irresistible -
¡Pues! Sólo digo... ¡quizás porque me encantaría saber que sí te pongo nerviosa _______! ¡No sabes cuánto! - Le susurró en el oído Ignazio cuando ella ya no pudo alejarse más de él porque la pared se lo impidió, estaba en un momento deliciosamente incómodo -
¿Por qué... te gustaría saber si me pones nerviosa? - Preguntó ________ tan inocente y seductora a la vez clavándole esos hermosos ojos marrones a Ignazio que se perdió en ellos y en su perfume, en ese preciso momento sólo quería, más bien ¡Deseaba con toda su alma comérsela a besos! -
¡No sé... tú dime! - Jugaba Ignazio con la situación y las palabras sonriendo y acercando su nariz a la de ________ que no se resistía mucho que se diga a su eminente contacto, ¡¡estaban sus rostros sólo a un centímetro de distancia!! -
¡________! ¿Dónde estás? ¡Es hora! - Se escuchó que la llamaban incesantemente y ella despertó del trance Boschetto respirando profundamente y mirando a todos lados menos a Ignazio se arregló la falda y se dispuso a ir donde estaban todos los demás -
¡Vamos Víctor! ¡Aquí estoy! - Dijo casi al mismo tiempo como para que todos supieran que ella estaba ahí y la "salvaran" si llegara a necesitarlo -
¡Aquí están! ¿Qué se habían hecho? ________ toma el regalo y sube ahora a felicitar al señor Boschetto de parte de todos sus empleados que lo apreciamos muchísimo - Le indicaron a ________ que todavía respiraba agitada y parecía algo confundida, el pensamiento se le había nublado por completo -
¡Claro yo le digo! ¡Deséenseme suerte! - Exclamó ________ mientras se disponía a subir las escaleras hacia la oficina del jefe alguien la detuvo -
¡Suerte! - Le respondió Ignazio tomándola de la mano y besó lentamente la mejilla sonrosada de _________, ella sintió ese calor exquisito que despedían sus labios en contacto con su piel y se estremeció completamente, sino hubiera estado en público... se voltea para que esos labios tocaran los suyos, ¡Pero no ________ contrólate! Víctor no debe percatarse que le mueve todo el piso sin consideración, además ¡debía felicitar al jefe! -