Capítulo 28.
La situación se había vuelto insostenible, Ignazio no podía permitir que le buscaran otro novio a ___________, ¡de ninguna manera! Ella era sólo de él, ya era hora de hablar con la verdad, ya era suficiente de este juego absurdo, se había llegado el momento de ser completamente sincero.
¡Ignazio! ¿Qué dices? – Preguntó su padre muy sorprendido ante la confesión de su hijo que parecía estar muy mortificado –
¡Lo que dije padre! Sí estoy perdidamente enamorado pero no de Esmeralda – Volvió a recalcar Ignazio algo dudoso pero completamente decidido –
¡Entiendo! ¿De quién estás enamorado entonces Ignazio? – La pregunta de su padre fue simple, sin embargo a él le estaba costando trabajo responder –
¡Bueno...! Es una larga historia pero, lo importante es que... amo a... yo amo a...
¡A ________! ¡Lo sé! – Sonrió su padre terminando la frase que Ignazio de los nervios no lograba terminar y su rostro lleno de asombro no entendía como su papá sabía eso –
¿Qué? ¿Cómo sabes? – Preguntó Ignazio algo nervioso y asustado ¡Era adivino o qué! –
¡Bien! ¡Digamos que los vi dándose un beso no precisamente de futuros hermanos! – Respondió el señor Boschetto con gesto comprensivo, ¡Parecía que no estaba enojado! –
¡Oh fuiste tú! ¿Tú eras la persona que nos vio en la bodega, cierto? – Ignazio lo preguntó pero estaba seguro de que había sido su padre el que los había visto dándose semejante y apasionado último beso –
¡Sí! y déjame decirte que jamás te había visto así de apasionado por una chica – Exclamó su padre mirándolo de vez en cuando –
¿Cómo llegaste ahí? ¡Nunca bajas! – Parece que las cosas se van a aclarar –
¡El señor Palacios me llamó diciendo! ¡QUE MI HIJO! Estaba trabajando en la juguetería, bajé y encontré a todos los empleados murmurando y me indicaron a donde se había ido MI HIJO, entré y pues ¡salí de inmediato estabas ocupado! – Bromeó el señor Boschetto, se estaba tomando las cosas demasiado bien –
¡Lo siento! La historia te la contaré algún...
¡No es necesario! Mati me contó todo y hasta intercedió por ti para que no fuera demasiado duro contigo – Interrumpió su padre los esfuerzos de Ignazio por explicar las cosas –
¡Creo que lo sabes todo! entonces ¿Por qué invitaste a Esmeralda? ¿Y la mamá de _______ lo sabe? – Buenas preguntas las de Ignazio –
¡Por supuesto que Ángeles sabe todo, yo le cuento todo¡ y a Esmeralda y a Ian le tuvimos que pagar para que actuaran! Sí sentían celos tal vez cedían ¡pero que resistencia la de los dos! – Seguía con su buen sentido del humor el padre de Ignazio –
¡No me digas! Eres terrible... y... ¿tu boda? – Preguntó Ignazio con algo de temor respecto a la respuesta de su padre –
¡Por supuesto que no habrá boda! Ángeles y yo tuvimos nuestra oportunidad y por cosas del destino o de tu madre no cumplimos nuestro sueño de estar juntos, ¡Hasta ahora! Gracias a ti por cierto y es más que suficiente para nosotros, ¡Jamás sacrificaríamos la felicidad de nuestros hijos por la nuestra! Tú y ________ son lo más importante para nosotros, ¡que nuestro amor se cumpla con ustedes! – Exclamó el señor Boschetto abrazando a su hijo que estaba de más emocionado y agradecido, la vida le volvía con todas las fuerzas del mundo –
¿Entonces para qué es la fiesta? – Volvió a exponer sus dudas ante su padre –
¡Para celebrar tu noviazgo con ___________! ¿Le pedirás que sea tu novia verdad? – Miró de reojo a su hijo que no cabía de la felicidad -
¡Claro que sí! ¡Gracias padre! – Logró decir Ignazio entre lágrimas, ¡Era la mejor noticia que había recibido! Después de todo el sufrimiento que tuvo que pasar al saber que podía ser hermano de ____________ -
¡De nada mi hijo adorado! Y por cierto... ¡ni creas que te salvaras de un merecido y ejemplar castigo Ignazio Boschetto! ¿Hacerte pasar por otra persona? No más hazme el favor ¿Qué tipo de educación te he dado niño? ¡De ya te digo que los padres de Víctor saben todo y tomarán cartas en el asunto! Pero ahora... ve por ________, antes de que Ian pase a la fase 2 de su plan – Dijo en tono irónico acariciando a su hijo y viendo como corría a lado del amor de su vida, ¡al menos ________ e Ignazio podrán estar juntos! –
¡_________! – Exclamó Ignazio corriendo hacia ella que estaba de espaldas conversando con Ian, al escuchar su nombre se volteó y en ese momento Ignazio la cargó, abrazándola fuertemente y dando vueltas con ella sólo reía y lloraba al mismo tiempo –
¿Ignazio qué pasa? – Preguntó ________ que no entendía nada y estaba apenada, ¡Todos se darían cuenta! –
¡No se casarán! ¡No se casarán! Tú y yo estaremos juntos – Respondió Ignazio bajándola delicadamente y acariciando su cabello, la miraba con tanta dulzura y amor que a todos les llamó la atención –
¿Qué? ¡En serio!...
¡Amigos! – Dijo el señor Boschetto interrumpiendo a _______ que no entendía pero rebosaba de felicidad –
¡Papá dará un anuncio! – Le susurró Ignazio a ___________ tomándola por la cintura, ¡Nadie la apartaría de él jamás! –
¡Gracias por acompañarnos en esta fiesta que se realiza con motivo de celebrar el noviazgo de nuestros hijos Ignazio y ________! – Dijo el jefe señalando a los dos chicos que no podían creer lo que estaba pasando, todos aplaudieron y los felicitaron, ¡Al fin todo había terminado! ¿O no? –
¡Mamá! ¿Y tú? – Exclamó __________ tomando las manos de su madre que estaba a su lado –
¡Yo soy feliz si tú eres feliz ___________! Te agradezco que consideraras sacrificar tu propia felicidad por la mía, pero, eso es demasiado para ti pequeña, ¡Mereces ser feliz! Además el amor de mi vida y yo podemos estar juntos sin casarnos, así no serían hermanastros ni diera lugar a críticas por parte de la siempre mal pensada gente, ¡La que merece la boda eres tú! – Le guiñó un ojo su mamá que sabía era lo correcto y su hija se lo agradecía con todo el corazón –
Los invitados se fueron, agradecieron y les pagaron a Ian y a Esmeralda xD, el plan funcionó, aquí lo importante era lo felices y dichosos que lucían Ignazio y ____________ que no dejaban de verse y apenarse de vez en cuando quién sabe por qué.
¡________! – Decía Ignazio viendo salir al último invitado de la mansión –
¿Qué Ignazio? – Dijo ella volteando a verlo sin soltar su mano ni un momento, él la trajo hacia su cuerpo y la rodeó con sus brazos colocándola frente a él, necesitaba ver sus hermosos ojos marrones –
¿Te quedas conmigo esta noche? – Le susurró acercando su frente con la de ella cerrando sus ojos, ¡Oh cielos! Era una propuesta extremadamente difícil de rechazar –