Capítulo 14.
Al día siguiente Ignazio no fue a la juguetería, no quería ver a ______, no podía verla, sólo pensar que ella podía ser su hermana, más bien era algo de un 99% de seguridad, le destrozaba el corazón, ¿Cómo pudo enamorarse de su propia hermana? Es cierto que no sabía nada pero no debe seguir cerca de ella o cometería un terrible error –
¡Ignazio abre la puerta! – Gritaba Víctor afuera de la habitación de Ignazio que no había salido en todo el día –
¡Vete Víctor! – Dijo colocándose la almohada en la cabeza para no escuchar los golpes en la puerta -
¡No me iré! Ahora me abres la puerta y me explicas ¿por qué no fuiste a trabajar? – Víctor se escuchaba muy molesto, algo había pasado –
¡Eso no te importa! – Le contestó Ignazio abriendo la puerta y volviendo a la cama, se veía muy mal, ni enfermo se había visto así de mal –
¡No sé déjame revisar como porque me importaría! ¡Te presté mi nombre! Para tu padre soy yo el que faltó al trabajo en su segundo día y le llamó a mi padre para reclamarle "mi irresponsabilidad" mi padre me dio una regañada y castigo del siglo y aquí me tienes a mi gritándote porque todo este lío tiene que ver conmigo y fuiste tú quién me metió en esto y yo todavía de buena gente prestándote mi nombre, mi cara ¡mal agradecido! – Le replicaba Víctor a Ignazio que parecía estar en trance –
¡Déjame en paz! – Exclamó Ignazio dándose la vuelta y cubriéndose más en su cama –
¡La chica te despreció o qué! ¡Nunca habías estado así de deprimido! – Dijo Víctor un poco más tranquilo al ver que Ignazio en serio no estaba bien –
¡No es eso! Todo iba bien pero... pero...
¡Pero qué! – Insistía Víctor algo ansioso –
¡Ella puede ser mi hermana! – Gritó Ignazio muy molesto, parecía otro, Víctor estaba tremendamente asustado al escuchar eso y verlo así –
¡Oh! Lo siento hermano yo no sé qué decirte, yo...
¡No importa! – Lo interrumpió Ignazio demasiado vencido –
¡Entonces! ¿Dirás la verdad? – Le preguntó Víctor muy triste por su amigo –
¡No es necesario! Pero tienes razón, para que no quedes mal frente a todos, mucho menos frente a tus padres y a mi padre, iré a trabajar – Dijo Ignazio como disculpándose con amigo Víctor –
¡Pero será un castigo para ti verla todos los días! No te tortures así yo entiendo si...
¡No! Yo te metí en esto, yo te saco, trabajaré solo un mes después me voy, ya pensaremos en algo, al menos tu nombre quedará limpio y tus padres no tendrán que castigarte por nada – Dijo Ignazio suavemente –
¡Ella siempre querrá estar cerca de ti! – Le dijo Víctor con toda la razón del mundo –
¡Lo sé! por eso seré indiferente, la trataré como a una desconocida, ella llegará a odiarme, ¡Tú tranquilo estarás bien! – Las palabras de Ignazio preocuparon mucho a Víctor –
¡No amigo! ¿Y tú? ¿Estarás bien? Si la adoras – Ignazio frunció el ceño al escuchar esas palabras, casi llora frente a Víctor –
¡No amigo yo la amo! Pero no puede ser posible este amor, Cupido se equivocó completamente con nosotros -
¡No aquí debe haber un error! Debes averiguar la verdad y...
¡No quiero! Suficientes verdades tuve en un día, por favor déjame solo, mañana iré a trabajar – Le pidió Ignazio volviendo a recostarse en su cama, Víctor comprendió y lo dejó descansar, sólo esperaba que su amigo estuviera bien, dentro de lo que cabe estar bien en semejante situación –
Al día siguiente Ignazio fue a trabajar como le prometió a Víctor, trabajaría solo un mes y luego diría que por los estudios o algo así debía dejarlo, sólo esperaba ser lo suficientemente fuerte cuando _______ se le acercara, pero antes debía hacer algo por su padre que había sufrido mucho por perder a su primer amor.
¡Buenos días hijo! – Lo saludó su padre cuando lo vio bajar muy temprano –
¡Buenos días papá! Tengo una sorpresa para ti – Dijo Ignazio tratando de sonar feliz pero no lo conseguía –
¿Una sorpresa? ¿Desde cuándo me das sorpresas Ignazio? – Le preguntó su papá extrañado pero complacido al mismo tiempo –
¡Desde ahora! Te lo mereces – Contestó Ignazio fingiendo una sonrisa –
¡Bueno! ¡Muchas gracias! ¿Cuál es tu sorpresa? - Preguntó el señor Boschetto muy emocionado por la atención que le daba su hijo –
¡No te diré nada, por eso es sorpresa! Sólo quiero que vayas esta tarde en la hora de la salida de los empleados a la cafetería que está enfrente de la juguetería – Ignazio se esforzó por sonreír otra vez y se despidió de su padre que no entendía nada pero quería complacer a su hijo –
Ignazio se dirigió a la juguetería, no quería pero era su deber como buen amigo que era, no haría nada mal para que Víctor no tuviera problemas, ¡Sólo esperaba soportarlo!
¡Víctor! ¿Por qué no viniste ayer? ¿Estabas enfermo? – Escuchó la voz que adoraba pero que no deseaba escuchar primero al llegar al trabajo –
¡Sí! – Dijo secamente Ignazio sin volear a ver a _______, pero no era necesario verla, la veía en su mente perfectamente que era lo peor –
¿Te pasa algo? – Preguntó _______ acercándose a Ignazio muy extrañada por su comportamiento tan frío, no entendía que le pasaba, sería muy duro para ella el rechazo que Ignazio estaba dispuesto a darle por un mes –