Ardía una llama, el fuego consumía ese papel; lo consumía, en él ardían mis sentimientos; allí yacían mis versos, esos versos, esas palabras que con tanto cariño te dediqué.
Ardía una llama, me quemaba, sufría por dentro. Te hablé con indiferencia, pero no lo quería hacer; mis versos nacieron para sacarte sonrisas, no para ser quemados, no para ser destruidos; sentí mucho dolor, porque jamás comprendiste cuanto te quise, jamás valoraste mi sincero querer.
Ardía una llama, un dolor; me dañaron tus palabras, me dañaron, no supe que hacer para dejar de sentir ese dolor, sentí, te sufrí, como si hubieras roto en mil pedazos mi corazón.
Todo esto es mi culpa, lo lamento, lo lamento demasiado; ojalá pudiese cambiar algo, ojalá sintieras aunque sea una mínima parte de lo que por ti siento yo.
Ojalá fuera tan fácil todo como me lo pedís; ojalá un día me despertara y mi querer por ti ya no exista en mí; por qué me duele, me dueles demasiado, quererte me duele, y no soporto sentirme así.
Solo quiero ser feliz, y resulta, que quererte, quererte me hacía feliz.
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Fuiste poesía
PoetryEscribo sobre el amor, sobre mi amor por ella. Sobre la locura de amor que ella deprendía de mí. Sobre la tormenta de versos, sobre el cataclismo de sentimientos que existía en mí. Sobre los susurros de mi alma, sobre los silencios y las agonías por...