Flor

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(Fuiste poesía parte dos)

Escribir se transformó con el tiempo en una tortura cuando se trata de ti. Llegué a detestar la idea de ya no poder sentir sin tener que escribir. Llegué a detestar la idea de que mis lágrimas tengan que ser versos y mis poemas suspiros por el hecho de que mi alegría se fue cuando te alejaste de mí.

Sentí como tus estrellas se apartaron rápidamente de mis noches, y en ese preciso instante tus recuerdos se instalaron como un vacío muy dentro, en lo más profundo en mí. 

Comencé a precisar con locura tus lunas, tu cielo, tus bellos ojos que inspiraban a escribir por mis noches tantos y tantos poemas, tantos versos, tantas letras que brotaban de mi corazón por el solo hecho de recordarte a ti.

Siempre fuiste perfecta, una bella flor; con bellos pétalos, pero que a su vez tenía duras y tóxicas espinas que aunque dañaban, yo siempre a ti te quise sin importa el daño que podría recibir. Porque siempre te quise, porque aún te quiero, porque aún te encuentras en cada fragmento que queda de mí. 

Porque eres quien me devolvió mis sonrisas, porque eres parte de mí como cada verso que te escribí; como cada suspiro, como cada sueño; porque eres la mujer ideal, la mujer que con tan solo estar siempre me hizo la persona más feliz que pudiera existir.


Hoy no me queda más opción que escribir; aunque para serte sincero, cambiaría todos y cada uno de mis versos por el solo hecho de volverte a ver sonreír.

Fuiste poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora