Tiempo

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(Fuiste poesía parte dos)


El tiempo no se detiene.

Jamás se detiene.

No tiene compasión ni por mí ni por ti.

Ni por este corazón que late con desesperación a cada segundo por ti.

Ni por las buenas intenciones,

ni por los hermosos momentos que deberían ser eternos;

ni aún por los más bellos y más perfectos amores que jamás deberían dejar existir.

El tiempo no se detiene; aunque yo me he detenido,

aunque yo me he perdido en la eternidad de la melancolía de extrañarte a ti.

Aunque yo quedé divagando en un tiempo que no existe,

en un tiempo que no perdona, en un tiempo que no es real;

en el tiempo de los sueños, 

merodeando con mis letras para acercarme inútilmente a ti.

Las agujas de mi corazón se detuvieron, todo quedó inmóvil,

esperando a que regresaras; esperando a que volvieses por mí,

pero nunca volviste, nunca; jamás regresaste por mí.

Fuiste poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora