Fuego

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Te pienso. Ahora, en este instante; en cada segundo, en cada rincón de mi tiempo te pienso. En cada noche, en cada verso. En cada ensueño, en cada alegría, en cada risa, en cada melancolía te siento. Siento mi ser hambriento, sediento; anhelándote a cada instante, consumiéndose de amor por ti en todo momento.

Mi corazón arde, arde en poesía; arde por ti, arde porque desea tenerte cerca, porque no puedo; porque no me basta el tiempo; porque no me basta la vida, la eternidad; el infinito, los sueños para este amor, amor que por ti siento.

Porque te veo, y no me conformo con tenerte cerca; porque te siento, y no me conformo con hacerte poesía, con convertirte en verso. Porque quiero que sientas mi amor y te des cuenta de que no solo es poesía; que es fuego, fuego que arde; que desespera cuando te siento lejos. Mis versos solo son silencios, ellos jamás podrán explicarte cuanto te quiero... Ojalá pudieras ver en mis ojos cuando te veo, aunque sea una pizca, un retazo del amor que por ti siento.

Ojalá las palabras callaran, y en un abrazo, en un eterno abrazo te llevará a mis sueños; sueños donde en cada uno de ellos estás tú, allí, impregnada, unida a ellos como lo están unidos mis versos a mis sentimientos. Unida, como lo estás tú a mis sonrisas, a mi felicidad, a mis suspiros, al renacer de cada uno de mis versos.

...Te quiero, siempre, siempre; entre eternidades y suspiros te quiero. Podría pasarme la noche escribiéndote y no bastarían los versos ni las prosas, no bastaría el tiempo, el mundo, no bastaría la vida para describirte cuanto, cuanto, te quiero.

Fuiste poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora