.Dando Un Paso.

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Naruto estaba preocupado, la actitud de sasuke de hace unas horas no era nada normal, ¿enojarse de la nada? ¿estar pensativo casi todo él tiempo? ¿intranquilo? ¿Celoso?, ¡celoso Dattebayo! y eso no sabia como comprenderlo. Suspiro, volvió su vista a los documentos que debía revisar por ordenes de su jefe.

-¿que estará haciendo él teme tteba?- dos toques en la puerta lo sacaron de su encimamiento- adelante- era un joven, cargando entre sus brazos otra pila de documentos, al rubio se le cayo la mandíbula contra la madera del escritorio- ¿que....

-se debe revisar antes de publicarlos, con permiso- él joven inclinó su cabeza y cerro la puerta, tuvo que enfocarse en su trabajo, le picaba la curiosidad de saber que estaba haciendo "su" esposo y su hijo.

Ya había pasado las horas exhaustivas, tenía dolor de cabeza, la espalda mataba y ni hablar de reclamos, pilas de documentos, todo. Aparcó el auto en el parqueo de su casa, suspiro con alivio al ver las luces encendidas, tomo las llaves y abrió.

-¡tadaiiiimaaa!.- cerro la puerta tras de si, bajo al suelo su mochila.

-okaeri naruto- la voz de Sasuke inundo su oído, lo vio parado con menma en brazos, los ojos azules conectaron con los pozos negros, sonrió.

Sasuke camino hasta el rubio, Naruto dirigió su mirada al bebe entre los brazos del azabache, azul contra azul, menma extendió sus brazos para que lo cogiera.

-hola menma, ¿te portastes bien?- su mano acarició la mejilla del infante, que solo atinaba a reírse, sasuke miro atento a cada acción le entrego al rubio el bebe y tomo la mochila del rubio, se dirigió al cuarto para guardar sus pertenencias, naruto se fue a sentar al sofá, disfrutando la cálida compañía de su bebe.

Menma eran tan pequeño que le daba miedo apretarlo, lo veía tan frágil, no quería lastimarlo accidentalmente. Suspiro al verse observado por dos curiosos ojitos azules, como deduciendo que era lo que pasaba. Los pasos de cierto pelinegro le acordaron de lo que debían hablar, se levantó para ir por una mamila, encontrando una ya lista para servirla, menma comía y entrecerraba sus ojos, disfrutando de la sensación de ser alimentado mientras que el rubio cantaba nueva mente la canción de cuna que se había inventado.

- el mono subió a un cohete........a un cohete.......a un cohete.....el mono subió un cohete y con la luna chocooooo- lo mecía de un lado a lado, percatándose de la presencia de su esposo decidió avisar- dejemos que menma se duerma y hablamos tteba.

El azabache solo asintió, uno porque ya casi era la otra en que menma debe dormir y dos por el tono casi imperceptible de seriedad, menma estaba con ambos ojos cerrados y su respiración acompasada sus manitas echas un puño intentando inútilmente sostenerse de la camisa de su padre, naruto beso su frente y lo llevó directo a su cuarto, abrió la puerta y como menma estaba vestido con una camisa de algodón blanca de tres cuartos de manga, un chandal de algodón gris, unos calcetines negros, solo lo acomodo en la cuna, lo envolvió en una suave manta amarilla, repitiendo nuevamente el beso de su frente y se retiro dejando a su polluelo descansar.

En la sala, sasuke se encontraba debatiéndose los sesos de que forma actuaria su padre en contra de naruto, fugaku era poderoso en términos de economía y autoridad social, tenia contactos inclusos con Irlanda, Alemania, Francia y Suecia, personas que solo chasqueado los dedos eliminan cualquier problema sin dejar evidencia alguna, confiaba en que su hermano le ayudaría a investigar mas, pero también le inquietaba la platica que tendrá con naruto que con solo ver su rostro, supo que era serio. Unos pasos se acercaron voltio sobre su hombro encontrándose con naruto ya vestido cómodamente, una camisa manga corta celeste, unos pasarrios color beige y unas sandalias gruesas. Gracias a lo ajustado de la camisa pudo aprecia las curvas líneas de sus pronunciados músculos, y ese pasarrio que le marcaba un bulto muy sobresaliente, reprendiéndose mentalmente por su falta de recato.

¡¿Nuestro Bebé?! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora