¡¿Nuestro Bebé?!

.Diferencias.

Desde hace un día que acepto el acuerdo del rubio "ser amigos" pero, lo que no le cuadraba era los contados momentos en que casi se besaba con el blondo. Si, lo aceptaba, eran impulsos por los cuales empezó a dar prioridad en averiguar ¿porque? ¿porque, de todas las personas, ese mendigo escandaloso tenia que tener semejante atrevimiento a su persona?. Los minutos pasaban, las horas.

Aunque ambos acordaron de no pelear con regularidad.....

-¡Dobe! ¡¿Cuantas veces te tengo que decir que la ropa de vestir se plancha?!.

.....por su parte no lo hacia.

-¡ya te dije que me da igual! ¡Solo es ropa maldita sea!.

Y por parte de naruto tampoco.

Ahí estaba el problema, las diferencias de gusto, sus personalidades eran demasiado contradictorias. Sasuke se masajeo las cienes, ha estado peleando con el rubio para que el mismo planchara su propia ropa pero el desgraciado se rehusaba.

-¡ropa que debe ser planchada!.

-¡tu no eres mi madre para darme ordenes!.

-¡no lo soy! ¡Es tu ropa! ¡¿o piensas que alguien más te la planche?.- la ceja del ojo derecho empezó hacer un tic.

-pues claro...¡para eso estas tu! ¿no?...¡eres mi esposa, y como tal debes planchar mi ropa!.- oh, pero el azabache se las cobraría.

-¡ni madres!..o la planchas tu o te vas al demonio.- sentenció, dando un portazo a la habitación del rubio.

La consecuencia. El llanto de menma.

-¡teme~!...¡menma esta llorando!- grito, lo que ocasionó que menma llorara mas.

-¡deja de gritar idiota!.

Si, esto de ser amigos era complicado.

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Bien, el tema de la ropa se resolvió, naruto tomo la decisión de comprar una lavadora, claro ambos por a parte plancharían individualmente. Ahora, ¿cual era el nuevo conflicto? ¡Ah!, la comida, ¡la dichosa porquería de comida que el rubio quería comer!, si bien la madre del rubio le enseño uno que otro platillo, cosa que agradece internamente, no siempre se los tenia que hacer al rubio. Ahora, la problemática era el mal habito alimenticio del ojiazul.

-¡sasuke pero yo quiero!.

-no, es no.

-¡¿demonios sasuke ni en mi propia casa puedo darme mis lujos?!.

-lujos que deberías controlar, eso no es comida naruto.

-¡si lo es! ¡Es lo mas rico que hay en la vida!....¡no seas amargado ttebayo!.- el tic de su ceja derecha mostró su poca paciencia, naruto no quería Sopa de Miso.

Pero, no. El rubio quería ramen. ¡Ramen!, desde cuando el ramen era comida, claro no le quitaba el hecho que se podía hacer de vez en cuando pero, ¡¿todos los días?!. Ni hablar.

-naruto...no voy a prepararte ramen, come lo que hay, conformate.- sentenció.

-¡pero........- su queja fue silencia con la mirada gelica del azabache-....¡bien!.....¡pero no me pidas que compre tomates tteba!...- se fue a sentar refunfuñando cosas inentendibles, pero no se percato del aura negra de la cocina.

-¡dobe!.- solo se escucho el sonido de un golpe.

-¡Ay, Maldito teme!

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