05.

2.2K 321 138
                                        

Ambos cuerpos dormían cómodamente en aquella cama. Ninguno parecía querer despertar.

La alarma había sonado un par de veces hace 25 minutos atrás, pero nadie la había oído, ni siquiera el madrugador YoonGi.

El reloj marcaba las 10:18 AM.

El cielo estaba nublado, tal como le gustaba a Jimin. Casi siempre aprovechaba esos días para ir al parque con YoonGi, pero YoonGi siempre regresaba a casa molesto, reclamando "¿Para qué me has invitado al parque si sabes que venden los helados que me gustan y tú nunca me los compras?" Y Jimin generalmente respondía "¿Para qué has aceptado ir si sabes que con este clima no te compro helado?"

Jimin se removió suavemente, despertando. Volteó su cabeza para observar a su lindo novio dormido en una posición extraña, que le recordó a una estrella de mar versión churro. Todo esparcido y doblado por aquí y por allá.

Le pareció divertido e increíblemente adorable.

Con cuidado se levantó de la cama, caminando hacia el baño.

Al entrar pudo observarse en el espejo. Su cabello estaba casi tan revuelto como YoonGi. Rió.

Luego de asearse se acercó hasta la habitación y para su suerte YoonGi seguía dormido. Le lanzó un beso que YoonGi no pudo recibir ya que estaba muy ocupado babeando la almohada mientras murmuraba "Nos haz salvado, estamos agradecidos".

Jimin caminó hasta la cocina, mirando al rededor. Planeaba preparar el desayuno para YoonGi, ya que sabía que se había comportado imbécilmente anoche.

Frió huevos y tocino, preparó waffles y puso jugo de frutilla sobre la mesa. Se felicitó a si mismo y caminó hacia la habitación.

YoonGi seguía dormido y murmurando cosas raras.

"Soy la señora Nesbi, je.. je.. je.. je"

-YoonGi, cielo, tienes que despertar-dijo Jimin sacudiéndolo.

YoonGi negó.

-Yoonie~

Lo sacudió más fuerte.

-Mmh~ no quiero~

-Vamos, Yoonie. O te haré un oral-afirmó Jimin. YoonGi se levantó como alma que lleva el Diablo, cubriendo sus partes con ambas manos.

-Y-ya desperté.

Jimin rió y tomó su mano para hacerlo caminar hasta la cocina.

Al llegar los ojos de YoonGi se abrieron inmensamente, bueno, tanto como podían abrirse sus ojos.

Jimin tiró de él haciéndolo sentar en la silla.

-¿Te gusta? ¿tienes hambre?

YoonGi asintió.

-¿Es... para mi?

-Por supuesto que lo es. Escucha, sé que me comporté mal y fui injusto contigo, pero, Dios, sabes que eres mi tesoro, y debo protegerte de todos...

-No es tu obligación...-susurró YoonGi.

-Tal vez creas que no, pero si lo es, eres mío, YoonGi, debo cuidarte, si algo te llega a suceder yo...

Los puños de Jimin se tornaron blancos, incitando a YoonGi a acariciarlos.

-Lo entiendo, no peleemos más, Minnie.

Jimin miró detenidamente a YoonGi, quién le sonreía suavemente. ¿Cómo es que aquella preciosura podía estar enamorada de él?

Su corazón latió más rápido cuando YoonGi rodeó la mesa, sentándose sobre su regazo para besarlo tiernamente.

-YoonGi...

-¿Mmh?~

-Podría follarte.

-Oficialmente lo haz arruinado, Minnie, tonto.

Jimin se carcajeó fuertemente, mientras YoonGi le enseñaba su lengua.

Infantiles.

Lovely lightsaber. ymDonde viven las historias. Descúbrelo ahora