04.

2.2K 326 105
                                        

Jimin caminó hacia la sala con el ceño fruncido. Estaba molesto y este sentimiento inusual recién comenzaba a aflorar en su pecho.

Tomó asiento en el sofá, fijando sus ojos en un YoonGi con la mirada baja, quién aún se mantenía de pie frente a él, sin ser capaz de levantar su cabeza para observarlo. 

-¿Cuándo dejarás de comportarte así, YoonGi? ¿No piensas que es suficiente ya?

YoonGi solo ocultó más su cabeza.

-Yo... n-no he hecho nada-susurró débilmente.

-Ja. ¿Nada? ¿nada YoonGi? Entonces explícame porque te estabas yendo con aquel tipo de la mano.

-É-él dijo que me llevaría a comprar un helado y yo-

-¡¿Un jodido helado?! ¿Acaso me tomas el pelo? El hombre quería de todo, menos comprarte un maldito helado YoonGi. Te dije que te quedaras sentado mientras yo solo iba por una estúpida boleta que olvidé. 

YoonGi no dijo nada. Sabía que había cometido un error y se había disculpado un montón de veces en el camino de regreso a casa. Jimin solo lo había hecho callar, diciéndole que hablarían en casa, pero más que hablar, Jimin gritaba, sin medirse. Haciendo a YoonGi sentirse aún más mal y culpable.

-Lo siento, J-Jiminnie.

-¿Acaso no conoces otra palabra? Estuviste todo el camino diciendo lo mismo. ¡Estoy molesto, mucho! 

YoonGi había oído suficiente, y decidió que ese no era su Jimin, y no hablaría con él hasta que se comportara como su verdadero novio lo haría. No como esta... bestia. 

Caminó por el pasillo siendo detenido bruscamente por las manos de Jimin tomándolo por las muñecas, volteándolo para quedar frente a frente. 

-¿Dónde crees que vas? Debes escucharme, YoonGi. Te haz portado como todo un infante ingenuo. ¿Lo haces a propósito, no es así? ¿te gusta verme así?

-¡Basta! ¡déjame en paz! Ya me he disculpado lo suficiente, ¿qué más quieres? ¡No soy un niño pequeño, deja de tratarme como uno!

-¡Entonces deja de actuar como uno!

-No me hables, no te me acerques, fuera, ¡largo!

-¿A sí? ¡Bien!

-¡Bien!

Cada uno caminó en dirección a su respectiva habitación, cerrando las puertas al mismo tiempo, sin detenerse a mirar al otro. 

Ambos se sentaron en sus camas, frustrados. Ninguno de los dos se sentía bien alejado del otro, pero sus orgullos eran más fuertes, no dejando que aquellos tontos jóvenes se perdonaran por su estúpida pero significativa pelea. 

Minutos pasaron y ninguno hacia nada todavía. Ambos seguían sentados en el borde de sus camas, pensando. 

22:15 PM

Y afuera no habían luces. Jimin se encontraba envuelto en sus sábanas, sin poder dormirse aún, sentía que algo le faltaba. Algo que roncaba demasiado y le besaba las mejillas antes de dormir. Algo llamado Min YoonGi.

YoonGi se había puesto su pijama de Kumamon, especialmente elegido por Jimin para su cumpleaños. YoonGi sonrió vagamente recordando aquel día. 

Jimin le había pedido ser su novio y le había regalado una torta caducada. Habían comido mucho esa noche, y al día siguiente estaban hospitalizados, enfermos, pero al final del día estaban juntos, compartiendo cama en el hospital mientras se decían lo mucho que se amaban, había sido un día dichoso y desastroso. 

YoonGi decidió que no estaría más enojado con Jimin, aunque tuviera que darle la razón cuando no la tenía. Prepararía el desayuno y Jimin lo perdonaría, se besarían y todo estaría como siempre. Sonrió. YoonGi lo amaba y no quería perderle, nunca.

Estaba a punto de dormirse cuando un pensamiento lo asaltó. ¿Dónde estaba su linterna? 

"En el cuarto de Jimin, idiota" dijo su conciencia. 

YoonGi hizo una mueca, no quería entrar a ese cuarto, al menos por ahora. Pero realmente necesitaba esa linterna, si no, no podría dormir en toda la noche y al día siguiente estaría de muy, muy mal humor. 

Se armó de valor y se encaminó hasta el cuarto de Jimin, puso su oído apegado a la puerta, pero ningún sonido se escuchó desde el otro lado. Jimin estaba posiblemente dormido y eso facilitaba las cosas.

YoonGi abrió la puerta cuidadosamente, se metió dentro y pudo ver el cuerpo de Jimin enrollado en sábanas. Suspiro. Se acercó al borde de la cabecera de la cama y estiró su mano para alcanzar su linterna. YoonGi buscó y buscó hasta que por fin dio con ella, estaba a punto de tomarla, cuando una mano tomó la suya. 

-YoonGi...

YoonGi escuchó a Jimin susurrar suavemente, erizandole los pelos.

-¿J-jimin?

-Te amo, Yoonie. Duerme conmigo esta noche, hablaremos mañana, ¿si?

YoonGi sintió su corazón agitarse. ¿Por qué Jimin le hacia esto?

-Yo... no creo que...

-Por favor, YoonGi-susurró Jimin, tirando de él hacia la cama- te necesito.

YoonGi no pudo resistirse un segundo más y se metió rápidamente junto a él en aquella cama, aspirando el olor a vainilla que comenzaba a aparecer. Jimin lo atrajo en un abrazo de oso, besando sus cienes suavemente. 

YoonGi beso sus mejillas. 

Ambos suspiraron. 

-Te amo.

-Te amo.

Y al final, terminaron compartiendo la cama, diciéndose cuanto se amaban. Había sido un día dichoso, y desastroso. 


Lovely lightsaber. ymDonde viven las historias. Descúbrelo ahora