-¡Dios! ¡Se que me estás escuchando! ¿¡Que hice para merecer esto!?
-Ashley, los árboles no son Dios.
Sin escuchar lo que me dijo mi amiga seguí golpeando mi cabeza contra el árbol.
-¡Ash-ash, eres muy cruel!- Ryan se comportó toda la condenada mañana de esa manera, parecía un niño, solo podía estar tranquila cuando estábamos en clase. Porque en recreos y en la hora del almuerzo lo tenía prendido a mi como una pulga. Es lindo, pero es insoportable.
-¡Basta! ¡Me tienes hasta la coronilla Ryan! ¿¡Que es lo que quieres de mi!?
-Solo quiero estar con Ash-ash.- hizo un puchero.
Y ahí vamos de nuevo.
-¿Que parte de 'basta' no entendiste?- intenté sonar lo más cínica posible, para implorar miedo, carajo.
-Es algo para hablar en privado.
Genial, de niño pasó a pervertido. ¿Que clase de suerte tengo?
-Ryan, si no quieres que te golpee tan fuerte como para que quedes irreconocible, mas te vale decirme que es lo que necesitas.
-Es enserio, solo quiero pasar tiempo contigo, Mini Smith.
-Pudiste haber actuado como alguien normal, para que yo también hubiese deseado pasar tiempo contigo, pero solo hiciste que quisiera pulverizarte los huesos.
-Es que así era más divertido.
-Argh. No tiene caso.
Luego de eso sonó la campana que indicaba que teníamos que seguir con las clases, gracias a Dios.
Ahora que lo pienso, Nick no ha aparecido el día de hoy. Luego le mandaré un mensaje para saber que le sucede, ahora debo preocuparme más por mi vida que por otra cosa. Ryan no debe saber que ya estoy de camino a casa, así que debo camuflarme como un ninja.
-Ashley, ¿que haces?
-Cazo mariposas. ¿No me ves Nicole? ¡Soy un ninja!
-¿Que clase de ninja eres?- en el momento en que abrí la boca para responderle se retractó.- Mejor no me lo digas.
-¿No hay señales de la Mariposa pervertida?
-Ninguna, lo vigilé y se fué con sus secuaces para el lado contrario al que vas.
-Estupendo, ahora, mi querida Nicole, guía mi camino hasta el destino que tu quieras.- hablé como si me hubieran sacado de una novela de Shakespeare.
-¡A Mc'Donalds!- saltó feliz como una lombriz.
Y ahí va mi salario, como si se lo llevaran las alcantarillas.
-¿Tienes dinero Ash?
-S-si, me queda un poco, vayamos a mi casa para que pueda buscar más, porque de seguro no tienes, ¿me equivoco?
-¡Bien! ¡Ashley invita!
Tuve que haber dicho que estábamos en bancarrota.
-Condenado seas Mc'Donalds, me dejaste pobre.- susurré mientras salíamos del edificio.
-¿Ash?
-¿Cole?
-¿Viste quién está por allí?
-No lo digas en ese tono, me asustas, ¿quién hay?
-¡Corre antes de que nos vea! O bueno, ¡antes de que TE vea!
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La vida de una chica espía.
Teen FictionAshley es una chica de 17 años que va a cuarto de secundaria. Junto con su hermana Barbara robaban algunos vestidos en algunos locales en donde, claramente, no podían pagarlos. Pero ella no sabía que Barbara todo esto se lo informaba a sus padres, y...