Comí cuatro brownies de chocolate con almendras con tenedor. CON TENEDOR. Mi madre se acercó enseguida a mi y dijo que los comiera con tenedor así no paso vergüenza ni yo ni ella.
Que más da.
Al fin y al cabo jamás volveré a ver a estas personas.
-Oye niña, -me toca el hombro una anciana. -¿tu eres la hija menor de la Sra. Jhonson?
¿Jhonson? ¿Quién cara.. oh, mi madre, su apellido es Jhonson, cierto.
-Si, me llamo Ashley señora, un gusto.- extiendo mi brazo en su dirección, ella estrecha mi mano conforme a mi respuesta y luego dice.
-Por allí hay una mujer que pregunta por ti, pero como está en muletas yo me ofrecí para saber si eras tu la persona que buscaba.
-Oh, muchas gracias, iré a ver que necesita, disfrute de la fiesta.- wow, esas palabras no son de la Ashley ordinaria, es como si me hubiese poseído una fuerza sobrenatural e hizo que no dijera cosas vergonzosas a esa pobre anciana.
-Hola, al final eras Ashley ¿verdad?
-Claro, ¿quién es usted?
-Alguien con quien jamás habrías querido toparte.
Me estás jodiendo.
-Pues si es así para que preguntaste por mi, tonta.- le di un tincaso a su frente.
Ella abre los oos y luego los cierra formando en su rostro una sonrisa llena de maldad.
-¿Es que acaso no me reconoces?
-Pues si te hubiese reconocido claramente no hubiera preguntado quién eres.
-Eres idiota.- golpea su frente.
-Y tu tienes menos memoria que una gorra. Como vas a preguntarme si te reconozco sabiendo que pregunté quien eras. Y por cierto, todavía no me lo dices.
-Ya lo descubrirás.- se dá media vuelta, pero esto no quedará así.
-Que me lo diga, señora.- claramente, no tiene edad para que le digan señora, y se que eso va a hacerla enojar.
-No soy una señora, mocosa.
-Pues para mi es bastante anciana, mire, tiene unas canas muy notorias.
-¡No tengo canas!
-¡Que si! ¡Mira!- y arranqué una cana muy bien escondida de su cabello colorado.- Ups, creo que si las arrancas te crecen más, ¿verdad?
La gente miraba divertida la escena, mi papá debe estar llamando a una ambulancia para mi mamá, a la cual seguro le está dando un paro cardíaco por verme hacer esto en una fiesta tan elegante como esta.
Pero que más puede pedir, ella comenzó a subestimar mis habilidades ninjas para encontrar canas.
Luego de la discusión con esa chiflada mujer, decidí volver a comer, ya que la anciana no me había dejado probar esos deliciosos manjares de crema batida.
Me acerqué a la mesa dulce y Ryan también lo hizo. No le di importancia y tomé uno de esos postres con crema batida, durazno, frutillas y kiwi.
Esto se ve delicioso... ¡Y sabe aún más delicioso!
-Maldita sea, esto está delicioso.- saboreé mi postre como si se me fuera a olvidar el sabor.
-No está mejor que este de aquí.
-Claro que si, ese ya lo probé y no iguala el sabor de mi delicia de crema batida.
-¿Cuantos postres has comido?
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La vida de una chica espía.
Teen FictionAshley es una chica de 17 años que va a cuarto de secundaria. Junto con su hermana Barbara robaban algunos vestidos en algunos locales en donde, claramente, no podían pagarlos. Pero ella no sabía que Barbara todo esto se lo informaba a sus padres, y...