10. La alumna prodigio y Barbara Brenda.

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Luego de comer subí a mi habitación y me tiré en mi cama a ver televisión, esta vez miraba una película, Narnia: El príncipe Caspian (la vi el otro día y pos es Narnia como no mirarla).

Me acomodé para ver la película, ya le tenía avisado a Cole que hoy no podíamos juntarnos, ya hice mi ridículo del día preguntándole a Nick si era espía, ahora solo queda mir...zzz zzz zzz.


-¡Vamos Naruto! ¡destruye junto a Gokú al maldito de Naraku! ¡Vamos mátalo! Agh, siempre tengo que hacer todo y. ¿Porque tienen que  quedar atados a un poste justo ahora? Estas flechas sagradas van a matarlo, no tengo porque preocuparme- tomé una de mis flechas y apunté a su cabeza- ¡Por Narniaaaa!

-¡Que despiertes te digo!- y caí al suelo, despertando.

-¡Que haces! ¡Estaba a punto de derrotar a Cell! ¡¿Que estás loca?!

-Levantate que se nos hizo arde para entrenar. Si seguís así vana a terminar atándote del obelisco con solo chasquear los dedos.

-Tampoco tengo movimientos de ballena encayada.

-Pero pesa como una

-¿Que dijiste?

-Que subas al auto- y salió corriendo

-¡Cobarde!


Llegamos al gimnasio donde se practican ataques y cosas así, ahora que recuerdo, a partir de hoy Nick iba a venir a entrenar junto con Ryan.

Hormonas, ayúdenme. Váyanse un rato, les doy vacaciones.

Allí están, aw, que lindo se ve Ryan, le queda de diez esa ropa, ¿porque me arden las mejillas? Oh claro, ¡Malditas traidoras! ¡Les di vacaciones!

-Ashley- me reprocha Barb. Ya hasta ella lo notó.

-¡Hey! ¡Hermanas Smith!- gritó Ryan.

-¡Que quieres Miller!- gritó Barbara.

-¡Vengan!

-¿Vamos?- pregunté más con súplica que otra cosa.

-Agh, está bien, pero no llegarás a ningún lado si sigues entrenando así.

-Pero yo no estoy entrenando.

-Exacto.

Al llegar con los Miller veo la despampanante sonrisa de Ryan dirigirse hacia mi.

-Pero que linda estás hoy Ash- me guiña un ojo.

Ay señor, me guiñó un ojo, me guiñó su sagrado ojo, aunque eso se lo hace a todas. Dezepzión ez lo que ziento.

Pero eso no evitó que me ruborizara, claro que no.

-Que lindo perfume traes- sonrió, pero esta sonrisa es distinta, jamás lo había visto sonreír así.

Claro, ahora mi cara debe ser más roja que la sangre de Blanca Nieves.

-Ya déjalo Ryan, amás lograrás conquistarla- Nick obstruye la figura de Ryan que estaba alabando con adoración.

Nick, córrete.

Córrete.

Mierda, no puedo decirle que se corra porque sino jamás podría verlo con la mejor cara, aunque sea falsa, yo se que Nick me quiere mucho y yo también a él, pero lamentablemente me enamoré de un imbécil llamado Ryan, y lo peor es que es su hermano. Esta vida que no me deja en paz, ¿tanto mal hice en mi vida pasada para merecer esto?

La vida de una chica espía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora