Ashley es una chica de 17 años que va a cuarto de secundaria. Junto con su hermana Barbara robaban algunos vestidos en algunos locales en donde, claramente, no podían pagarlos. Pero ella no sabía que Barbara todo esto se lo informaba a sus padres, y...
Luego de un rato de vergüenza, fuí con Leslie, la niña era muy bonita, me llegaba al hombro, tenía un vestido largo hasta los pies, este era a cuadros, y tenía el cabello recogido. Me siento crota al lado de ella.
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-¡Hola! Tu debes ser Leslie, ¿verdad? Yo soy Ashley, puedes decirme Ash, voy a ser tu guardaespaldas esta noche.
-¿Tu eres Ashley? Mis padres me contaron bastante sobre tu familia, han dicho que son los mejores- dijo con entusiasmo. -De hecho, me encantaría ser una espía como ustedes.
-¿Y porque no le dices a tus padres? Son personas que entienden muy bien las cosas, -y en este momento tenía que venir el recuerdo de que Ryan le dijo a sus padres que yo era su novia, tengo que preguntarle porque dijo eso- y tal vez te dejen aunque sea entrenar con nosotras.
-No lo creo, aunque parezcan personas muy abiertas en realidad, me tienen custodiada 16 horas al día, ya que las otras duermo, aunque empiezo a sospechar que me vigilan mientras duermo.
Reí y le dije: No te preocupes, de seguro que si eres espía podrás protegerte a ti misma- la tomé de los hombros. -Jamás dejes que nadie te diga que esta bien o mal, tu misma vas a decidir eso.
-Gracias señorita Ashley- me sonrió, esta niña es encantadora.
-Vaya, vaya, pero que veo aquí- ¿esa voz no es de..? -Ashley, que haces cuidando a esta niña, tendrías que estar protegiendo a alguien más importante.- ¿Caroline? Yo iba a decir Barbie falsa, ya que tenía una horrorosa voz aguda.
-Y a ti te tendría que estar cuidando alguien mas competente, tu guardaespaldas se mete en más problemas que tu, es más creo que te meterá en problemas si se te acerca diez centímetros más- A Caroline la habían secuestrado por haber subido una foto a instagram con ubicación. Sabiendo las consecuencias que traía eso, y Ryan se mete en problemas en un abrir y cerrar de ojos.
-¡Yo no soy un incompetente!- se defendió Ryan señalandose con el dedo.
-No, pero por casi que lo logras- hice una expresión de diminutivo con mis dedos.
-Eres mala- se cruzó de brazos como un niño al que no le compran un juguete.
-Y tu un abusador.
-¡Yo no soy un abusador!
-¡Claro que si ¡Ahora mismo abusas mi bondad y paciencia!
-¡Ni que tuvieras tanta!
-Oh, seguro a ti te sobra.
-¡El sarcasmo no viene a la ocasión!
-¡Solo porque eres un burro y las cosas que sabes son contadas con los dedos de las manos y por eso no puedes argumentar una buena respuesta!
