He aquí el (2/3) de este especial.
NICK POV'S:
Me hundí en mi asiento a mas no poder, si Ashley no me decía que no me preocupe me metía bajo la mesa.
¡Que vergüenza!
Si Ash no la mata por quitarle su asiento, yo la mato por esto.
-¡Ey! De tu cabeza sale humo, no le des importancia, tonto, solo dile que no vuelva a hacerlo porque le romperé algún hueso, no le digas que se lo romperás tú porque quedarás como un abusivo machista-. dijo Ash en un susurro.
-Gracias, pero no hace falta que rompas los huesos de la gente Ash-. le sonreí de lado.
-Si tu lo dices-. se encogió de hombros y se dispuso a copiar lo que escribía la profesora.
Como la quiero. Aunque creo que sigue resentida conmigo por lo de la fiesta. Soy un maldito idiota. Ya decidí, ¡nada más de alcohol para este cuerpo! Bueno... una cerveza no le hará mal a nadie..
Después de la aburrida clase y de otras clases más aburridas todavía, por fin, pudimos salir al receso.
-Ah.. Receso, dulce receso.
-Aunque no es tan dulce como el café que toma Ashley-. dijo Nicole apurando el paso para ponerse de frente a nosotros.
-Tu celosa porque tu cerebro no está tan desarrollado como el mío-. Ashley le sacó la lengua y luego le sonrió sin mostrar los dientes.
-¿Y que tiene que ver tu seco, digo, tu.. normal cerebro con que le hechas tanta azúcar a tu café como para endulzar la torta de un gigante?
-Bueno, ya te lo dije, el azúcar aumenta la glucosa, y el cerebro se alimenta de ella.
-Sí, ¡pero si consumes tanta azúcar de dará diabetes!
-Bah, eso no pasará-. Ash hizo un gesto con su mano dando a entender que no le diera importancia. Nicole levantó los hombros y suspiró resignada.
Ciertamente, cuando a Ash se le mete una idea en la cabeza es bastante difícil sacársela.
-Ahora que me doy cuenta, Ash, ¿llevabas puesta esa bufanda hoy?
-No, cuando fui a buscar el banco, tu hermano decidió acompañarme y notó que tenía frío y me la dio. Tengo que devolvérsela al final de clases.
-Si quieres después puedes dármela y yo se la alcanzo.
Dudó un momento y después con una sonrisa dijo: Si, claro, me ahorraría el tener que cruzar medio instituto para llevársela, gracias Nick.
-¡De nada!
Llegamos a la puerta que daba al patio y antes de salir Nicole volvió a hablar.
-Voy a la cafetería, ¿quieren que les traiga algo?
-¡Si! El postre especial de hoy era.. Umm... ¡Tarta de chocolate! ¿Me traes una porción? Toma-. le entregó el dinero en su monedero de ¿Pokémon?
-Yo nada, gracias.
Nicole se fue y con Ash nos dispusimos a ir a nuestro árbol de siempre. Al llegar Ash miró el árbol un momento con el ceño fruncido y luego empecé a ver como se fruncía su ceño.
-¡Malditos vándalos!
-¿Que pasa Ash?
-Mira-. señaló el árbol y luego se sentó frente a el.
En el árbol estaban escritos nuestros nombres desde el primer año, y unos pobres idiotas los tacharon y pusieron los suyos.
-Bueno, ya tenemos una pista, se llaman Valentino, Tobías y Fredd.
-Eso no me sirve, hay muchos de ellos aquí.
-Tienes razón-. me senté con la espalda en el árbol viendo como Ashley maquinaba alguna idea para saber quienes eran.
-Tsk. Es inútil. ¡Que hace Nicole que no trae mi postre!
-Estoy detrás tuyo, loca.
Ashley levantó su cabeza para observar a Nicole.
-¡Dame eso, mujer! ¡No puedo pensar bien sin azúcar!-. le arrebató el plato de las manos y empezó a comer mientras volvía pensar. De pronto soltó un "gracias" que no se entendió muy bien dado a que tenía la boca llena.
-¡No hables con la boca llena, puerca! y de nada. En fin, pude ver como el humo salía de tu cabeza. Parecías una locomotora. ¿Qué sucedió?
Al no obtener respuesta alguna de su amiga se volteó hacia mi.
-Mira-. señale el árbol con el pulgar.
-¡Que zorras!
-Pero si son hombres.
-No voy a decirles zorros Nick, piensa.
-Bien, no me queda otra alternativa-. habló finalmente Ashley dejando el tenedor y plato descartable en el suelo.- Voy a suponer que son alumnos de primero, después de este recreo, los de primero tienen hora libre, seguro los criminales vendrán a la escena del crimen y aquí los voy a esperar.
-Ashley, no pensaste que podrían verte, ¿cierto?-. le habló Nicole.
-Me pondré del otro lado del árbol, o me subiré a el, no lo se, ya veré.
-¿Y cuando pregunten por ti en clase?
-Estoy en la enfermería.
-Tienes suerte de que tenemos una hora de música ahora y el profesor es tan despistado que se olvidará de pasar lista.
-¿Ves? No hay ningún problema-. dijo ella estirando las piernas y sonriendo mostrando todos sus dientes.
-¿No quieres que nos quedemos?-. pregunté preocupado.
-Sería raro que los tres estemos en la enfermería.
Asentimos los dos y luego de que tocó el timbre nos fuimos dejando a Ashley en el árbol.
La clase de música fue en su totalidad aburrida. El profesor de música ni siquiera pasó la lista, así que Ashley se salvó de todas maneras.
Al cambiar de clase, nos dijeron que la profesora no había venido, entonces salimos a buscar Ashley que todavía no había vuelto.
La encontramos salir de la enfermería con vendas en los brazos y una bendita en la nariz, ah, y también con Ryan. ¿Es que Ryan se multiplica que siempre está en todos lados? Maldición.
-¿Estás bien Ashley? ¿Que te pasó?
-Bueeeeno, es una larga historia.- soltó una risa y vino con nosotros.- Cierto, gracias Ryan.
-De nada, Mini-Smith.
***
Al terminar las clases, Ashley me dio la bufanda de Ryan y dijo que le dijera que muchas gracias. Se la entregué a mi hermano y no le dije nada, porque tampoco se lo merece el maldito mujeriego.
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La vida de una chica espía.
Novela JuvenilAshley es una chica de 17 años que va a cuarto de secundaria. Junto con su hermana Barbara robaban algunos vestidos en algunos locales en donde, claramente, no podían pagarlos. Pero ella no sabía que Barbara todo esto se lo informaba a sus padres, y...