5: Alice no es un mal Cupido.

53 3 1
                                    


5: Alice no es un mal Cupido.

Alice sonríe a papá, aceptando el par sándwiches que le ha ofrecido.

Típico de John, no se le puede resistir al encanto de los noventa, con su bronceado, la sonrisa blanquecina de comercial y ojos tan verdes que el cabello negro es lo que hace que resalten.

Mamá nunca lo dejó de repetir; más mujeriego, mi padre, imposible.

Pero hasta él cayó en ese agujero del amor y las demás cursilerías que hasta ahora sólo Zoe ha sabido tolerar.

—Tu papá es asombroso —me susurra, siguiéndolo con la mirada hasta que él se pierde por uno de los pasillos. Da un mordisco—. Ojalá el mío fuese así. ¿No te molestaría el llamarme "mamá" o sí?

Lanzo un cojín en su dirección, termina por golpearme en el brazo con fuerza nula, para mí.

—Sí, sí me molestaría. Y traga, no quiero que te ahogues ahora, debes ayudarme. Además, está queriéndome decir algo desde ayer y parece no conseguirlo.

—Debe ser algún problema con tu mamá —se encoge de hombros—. Típico de padres, a algunos les parece mejor no meter a los hijos en sus problemas y la verdad es que apoyo eso.

Vuelve a dar otro mordisco, aludiendo ahora al sándwich. Suspiro.

—Mamá falleció de cáncer hace casi tres años.

Ella se atraganta, haciéndome reír. Le tiendo un vaso de agua que he dejado previamente en la mesa.

—Lo siento, Keith... —tose—, de verdad...

—Está bien, está bien. No lo sabías, tranquila.

—¿A eso se debe tu aborrecimiento por los hospitales?

— ¿Cómo sabes? No recuerdo haberlo comentado.

—No lo hiciste, pero no me hizo falta hacer mucha cabeza para llegar al hecho —yo asiento. Ella regresa el vaso a la mesa junto al sándwich a medio comer en el plato—. Muy bien, comenzando para lo que vine acá.

—Bien —nos acomodamos en el sofá. Hago una mueca—, ¿él no preguntó sobre mí luego de que me fui del hospital?

—Y vamos de nuevo con la actitud adolescente —rueda los ojos—. Primer paso: ¡dejar de preguntar ese tipo de cosas!

— ¡Sólo quería saber! —me excuso—. ¿Preguntó sí o no?

—Pues sí, le dije que te habías ido porque yo te lo pedí y que tratarías de hablar con él luego. Él bufo y después se quedó dormido. No sale de ahí hasta pasado mañana.

Poso mis manos sobre mi rostro, gimiendo por lo bajo en sentimiento de culpa.

Sí, joder, de alguna forma me siento culpable. De no haber sido porque yo estaba ahí, nada de esto estuviese pasando.

—Eh, calma —alarga palmeando mi hombro—. Nuestro plan de conquista sigue en pie.

— ¿Plan de conquista, dices? —jadeo irónico—. Al, no pienso tener nada con Cameron...

— ¡Pero te gusta!

— ¡Pero él es un hijo de puta que me detesta! —burlista intento imitar su voz chillona. Vuelve a golpear mi brazo—. Me odia, no es secreto. Y esto es lo más colegial que puedas imaginar, toda esta mierda sobre si me gusta o no. Joder, soy un hombre. No estoy para esto a éstas alturas de mi vida, Alice.

Cocaína (SM #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora