13: Planes a futuro.

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Recuerdo haber tenido una profunda conversación con él. Ambos habíamos llegado tarde del trabajo, estábamos cansados, pero ninguno quería dormir. Le conté las veces que hice travesuras en el colegio con mis hermanos, y como las cosas a penas si habían cambiado. Se abrió hacia mí, todo lo hacía tan inconscientemente. Yo sólo rogaba porque no se diese cuenta, porque podía jurar que todo iba fuera de su cordura. No sé qué lo hizo sentirse a gusto conmigo, pero lo escuché. Esta vez, realmente lo escuché.

Recuerdo haber reído, mi estómago incluso dolió. Se sintió tan bien. Me sentí tan... Tan vivo. Recuerdo haberlo mirado. Los vellos de mis brazos se erizaron y sentí un calor en mi pecho luego. Recuerdo haberme enojado conmigo mismo después, porque ahí estaba la clara evidencia de que empezaba a sentir cosas que no suponía sentir, y peor aun, que no era correspondido.

Ese día no pasó nada. Ese día sólo conversamos. No hizo falta algún toque físico para poder estar uno frente al otro, ni nada por el estilo. Fue una simple conversación que se extendió a un par de horas y luego tuve que irme, no quería dejar a papá solo. Pero mi mente siempre estuvo en el par de ojos avellana. Mi mente siempre se trasladó a él. Y me vi en el espejo como la persona más incrédula posible.

¿Cómo una persona que apenas conoces puede llegar a hacerte sentir mejor que cualquier otra que conoces desde hace años? No parece tener lógica.

Recuerdo haber llegado a la conclusión de no volver a ingerir cocaína o alguna otra droga, por más que fue eso lo que nos trajo aquí. No he necesitado una caja de cigarros en semanas, ¡semanas!

Recuerdo haber querido llorar de la impotencia. Recuerdo haber querido destrozar todo a mi paso, hacer todo migas. Dios, estaba tan enojado. Me veía tan estúpido, tan iluso, tan inútil. Alice me lo había estado repitiendo, pero yo no me preocupaba por escucharla. No me parecía importante.

"No deberías jugar con fuego, Keith" "Las cosas no saldrán como quieres si sigues así, Keith" "Vas a terminar enamorándote, Keith" "Dijiste que no era lo que planeabas" "Dijiste que te detuviera. Estás enamorándote, Keith"

"Estás enamorado, Keith"

Keith. Keith. Keith.

Keith —gime el avellana, cubro su boca con mi palma ahogando sus gemidos. Pero yo no puedo reprimir los míos.

Enredo mis piernas en su cadera. Arqueo la espalda cuando toca ese punto G en mí, haciéndome estremecer y perder la noción por un segundo.

—Eso, eso —jadeo—, vuelve a hacer eso.

Muerde mi labio con parsimonia, embistiendo contra mí nuevamente. Ahogo otro gemido, enredando mis dedos por la extensión de su cabello y acercándolo a mí. Tiene ésta manía de morder mi cuello y mandíbula, resulta realmente excitante. Me besa con soltura. Por primera vez toma el completo control de la situación, y creo que fue una buena decisión por ambas partes.

—Shh, tú papá puede escucharnos —susurra posando su índice sobre mis labios. Muerdo éste.

—Joder, no hables —gruño, arrancándole una risita—. Me importa una mierda si nos escucha. Esto es increíble.

Vuelve a reírse y arremete contra mí nuevamente. No deja de mirarme, me hace sentir vulnerable. Mi boca se abre y mis ojos se cierran. Su lengua recorre mi cuello, mi mano derecha se incrusta en su espalda mientras que la izquierda arruga las sábanas a un lado. Su mano rodea mi miembro, masturbando al ritmo de sus embestidas. Aumenta la velocidad cada cuanto. Y es cuando realmente me importa una mierda si John escucha. Gimo en su oído, sigue masturbándome.

Cocaína (SM #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora