12: ¿Equipo versátiles?

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Dos meses después.

Dejo caer mi cabeza hasta dar con mi vista en mis zapatos, y suspiro ante la voz de mi amiga la teñida por el teléfono. Espárragos, aceitunas, un bote de nutella. Tomo el último, haciéndole una seña a Cameron para que lo tome en el aire. Lanzándome una mala mirada lo mete al carrito de compras. No le presto atención a su semblante y prosigo a contestarle a Alice.

-Estoy ocupado, Al -mi voz detona fastidio, Cameron gira a verme con diversión.

- ¡Necesito hablar contigo! ¡Necesito saber qué ha pasado! No puedes dejar por fuera al motor de tu relación, ¡formo parte de este procedimiento!

-Primero, fuiste tú la que desapareciste. Segundo, todo está jodidamente bien. Y tercero, jamás te dejaríamos por fuera.

Por el rabo del ojo miro a Cam. Sigue riendo, metiendo artículos importantes para él al carro. O lo que según él es importante. Sólo finge hacer malas caras cuando le doy algo con carbohidratos, luego sigue metiendo cosas similares creyendo que no me doy cuenta, entonces yo finjo no darme cuenta cuando llevamos las cosas a la caja.

Algo que se ha vuelto común.

-También he estado ocupada -murmura ausente, después del largo silencio. Sólo puedo sonreír cómplice, porque a diferencia de Cameron, su tan aludido "mejor amigo", yo sé dónde Alice ha estado metida.

- ¿Eso quiere decir que necesitamos conversar?

-No voy a decirte ni mierdas.

-Entonces yo tampoco. Debe ser recíproco, naranja -risoteo. La hago bufar.

Me he acostumbrado a llamarla según su color de cabello, cada cuanto que decide hacerse un cambio. Ha pasado por el púrpura, cuando la conocí, desde entonces ha sido rubia, pelirroja dos veces y ahora ha regresado al naranja, porque según Cam, ha sido así varias veces antes.

Parece estar apegada a los cambios de estilo cuando se aburre, incluso si ya es uno que ha intentado antes.

-No estoy dispuesta a decir nada, yo pregunté primero.

-Escucha -suspiro, Cameron vuelve a reírse-, en este momento estoy realmente ocupado, si-

- ¿Están teniendo sexo?

Callo abruptamente. La teñida suena bastante intrigada y entusiasmada con su punto.

-Alice, estamos comprando varias cosas. Cameron me pidió que lo acompañara, ¿podrías calmarte?

- ¿Está bien si mañana vienes a buscarme a casa? -no la veo, pero por su tono, fácilmente pueden imaginarla haciendo un puchero. Toda una niña tintada que es.

No sé en qué momento la chica pasó de llamar a Cameron, a llamarme a mí. Sería algo que tendría que preguntarle, pero mientras no tenga una respuesta, sólo me limitaré a sacar una conclusión.

Probablemente piensa que Cameron ya está cansado de sus temas repetitivos, por lo cual tener a alguien nuevo a quien no tienes el remordimiento de comentarle porque tal cansancio no posee a esa persona, sea lo que ella exactamente necesita.

Intercambio miradas con el castaño frente a mí antes de suspirar. Alice logra derrotarme en ocasiones. Las mujeres siempre suelen, quiera yo o no. Ellas siempre ganan.

-Muy bien, está pendiente, yo te aviso.

-Estaré pendiente -se le oye sonreír-. ¿Keith?

- ¿Sí?

- ¿En serio no estaban teniendo sexo?

-Adiós -vocifero antes de cortar la llamada. Guardo el teléfono en mi bolsillo bajo la atenta mirada de mi amigo-amante. Cuando se vuelve a reír es que mi ceño se frunce-. ¿Qué?

Cocaína (SM #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora