CAPÍTULO 8

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Ren tragó saliva con dificultad, inhaló y exhaló varias veces antes de contestar.

—¡¿Dónde diablos estás Ren?! ¡¿Te encuentras bien?! ¡¿Quieres que vaya a verte?! ¡¿Has comido algo?! ¡Contéstame! —hablaba un alterado Minhyun.
—¿Cómo quieres que te conteste si no lo dejas hablar? —se escuchó a lo lejos la voz de Aron.
—Tú cállate, Ren contéstame.
—Descuida Min, estoy bien, más que bien —decía Ren animado.
—Wow, ¿pues ahora qué pasó?
—Ay Min, no puedo contarte ahora porque estoy en el hospital y debo...
—¡¿Cómo que estás en el hospital?! —el rubio se mordió la lengua al percatarse de que la había regado— ¡¿Te pasó algo grave?! Sabes qué, olvídalo voy para allá así que más te vale mandarme ahora mismo la dirección —dicho esto colgó.
—Uy, la regué —suspiró.

•••••

Minhyun bajó del taxi a la velocidad de la luz e ingresó al hospital seguido por Aron y Baekho. El castaño se acercó a preguntar por el rubio, pero al verlo se acercó a él de inmediato empezando a revisarlo como toda una madre preocupada por su hijo.

—Al parecer estás bien —dijo Minhyun aliviado.
—¿Por qué estás aquí Ren? —preguntó curioso Aron.
—¿Se enfermó tu mamá? —ahora preguntó Baekho.
—No, mi mamá esta bien —sonrió—, es JR el que se encuentra aquí —los tres chicos se sorprendieron—. Vamos a la cafetería, ahí les cuento todo y sirve que como algo —sonrió.

Al llegar a la cafetería los cuatro se compraron un jugo y un sándwich, buscaron una mesa para comer a gusto y después comenzar a interrogar al rubio sobre lo sucedido.

Ren comenzó a relatarles todo, desde que había chocado con él hasta lo último que le había dicho el pelinegro. Ninguno de los tres pronunció palabra alguna al término del relato del rubio cosa que preocupó un poco a éste. Los tres chicos se miraron y sonrieron comenzando a molestar al rubio.

—Ya vez, te dije que estabas sacando conclusiones erróneas —dijo Aron.
—Eso si —habló Baekho comiéndose el sándwich de Minhyun quien no se había percatado.
—Pues yo digo que le gustas Ren —comentó el castaño sonriente.
—No lo sé, pero de algo estoy seguro y es que por lo menos pronto seré su amigo.
—Sino es que ya te considera uno.
—Tal vez —sonrió—. Bueno chicos iré a ver a JR.
—Claro, como ya es tu novio nos abandonas —lo molestó Baekho, el rubio se sonrojo para luego retirarse.
—Chicos, ¿piensan lo mismo que yo? —preguntó Minhyun.
—¿Que estos sándwiches no tapan ni una muela? —dijo Baekho terminándose su jugo.
—No idiota, me refiero a que debemos echarle una manita a JR, estoy seguro de que a él le gusta Ren.
—¿No crees qué es muy pronto como para que le guste? —razonó Aron.
—Pues tal vez, pero es una señal de que puede que sea pareja de Ren, así que debemos de hacerle de cupidos chicos.
—Yo no pienso ponerme un pañal y cargar un arco con flechas —se negó Baekho.
—Aish Baekho si serás tonto —se golpeó la frente—. Un momento, ¿y mi sándwich? —Baekho se fue parando lentamente de su lugar— ¡Baekho, tigre del demonio! —el mencionado hecho a correr— ¡Ven para acá, te daré tu merecido!

•••••

—¿Puedo entrar? —preguntó Ren asomando un poco su cabeza.
—Pasa Ren —dijo JR mirando por la ventana—. ¿Ya comiste algo? —el rubio asintió— Eso es bueno.
—JR, ¿puedo preguntarte algo? —habló Ren agachando la cabeza, si bien, JR le había dicho que no tenía novia, pero, ¿quién era entonces aquella chica?
—Claro, no hay problema —sonrió.
—Mira, no sé si te llegue a incomodar, pero, ¿quién era aquella chica que había ido por ti a la escuela? —la sonrisa del pelinegro desapareció cosa que no pasó desapercibida por el rubio— No me contestes si no quieres y perdón por preguntar.
—No te preocupes —intentó sonreír—, y ella...—Ren esperó paciente por la respuesta— no es nadie —Ren ladeó la cabeza al no comprender—. Olvídala, no vale la pena recordarla —el rubio asintió con el ceño fruncido pues ahora tenía más curiosidad.

Se sentó en la silla para ponerse a conversar con el pelinegro para saber más sobre él. Sin embargo, en ciertas preguntas Ren intentaba no regarla ya que había cosas que sabía de JR, pero no quería que él se enterara y pensara que era un acosador y se alejara de él, después de tanto trabajo que le costó acercarse a él.

—Ren, no quiero ser grosero, pero me gustaría descansar —bostezó.
—No te preocupes, me iré para que puedas dormir bien —se puso de pie.
—No me refería a eso —el rubio no entendía—. Quiero dormir, pero me gustaría que te quedaras a mi lado —Ren se sorprendió—. Odio este lugar, nunca puedo descansar a gusto aquí, pero ahora que tú estás aquí me gustaría que estuvieras a mi lado mientras duermo para poder descansar mejor —Ren estaba mudo—, entiendo si dices que no —sonrió.
—Me encantaría quedarme —contestó sonriente—, tu duerme tranquilo —inconscientemente deposito un beso en la frente del pelinegro sorprendiéndolo—. E-Este...—se separó de inmediato— l-lo siento —dijo completamente rojo.

JR no dijo nada, cerró sus ojos mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro cosa que no vio el rubio.

Minhyun, Aron y Baekho, quienes habían visto todo, estaban con la boca abierta, no podían creer lo que habían visto y escuchado. Poco después Minhyun sonrió en grande; mientras Aron y Baekho seguían de la misma forma.

Ren se sentó en la silla y contempló el rostro del pelinegro, lo amaba de verdad lo amaba con todo su ser. Sin embargo, no sabía si sería correspondido. Sonrió en grande pues ahora su meta sería intentar enamorar a JR, pero había un pequeño problema y era el que no sabía como hacerlo. Acarició la mejilla del pelinegro con cuidado de no despertarlo.

Volteó hacia la puerta pues sentía una mirada sobre él. Abrió sus ojos como platos al ver a sus amigos ahí viéndolo fijamente, se paró de inmediato y fue tras ellos quienes se fueron corriendo por el pasillo.

—Me las van a pagar —dijo con un puño al aire—, pero, ¿y si me tomaron fotos? O peor escucharon todo, ¡están fritos!

Ren volvió a su asiento y sacó su celular para ponerse a jugar, pero varias preguntas llegaron a su mente llenándolo de más curiosidad por saber todo de JR, pues el pelinegro había omitido muchas cosas.

—Bueno lo más seguro es porque apenas nos estamos conociendo y es probable que no confíe en mí, pero me deja con muchas dudas —hizo un puchero—. Bueno sólo es cuestión de tiempo —sonrió en grande.

Algo que no sabía Ren era de que JR se había percatado de la presencia de sus amigos omitiendo así varias cosas sobre él, si bien sólo se sentía bien con el rubio más no con el resto de la gente. 

NO ESTÁS SOLO [JREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora