CAPÍTULO 2

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Ren caminaba rumbo a la salida solo pues Minhyun -quien siempre se iba con él- se había quedado para realizar un trabajo del consejo estudiantil, Baekho y Aron siempre se quedaban después de clases ya que uno se quedaba a entrenar futbol soccer mientras que el otro entrenaba kumdo.

El rubio iba como si nada hasta que vio a JR en la esquina. Ren se acercó poco a poco, pero cuando estaba a escasos centímetros de él se regresó corriendo a la entrada de la escuela.

-¡Ah! ¿Por qué soy tan tímido? -se reprendió- ¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Lo seguiré? No estaría mal ya que podría saber donde vive -sonrió-. Pero pareceré un acosador -suspiró-; sin embargo, si caminó por allá puedo disimular que voy a otro lado, sí -sonrió contento, pero cuando volteó a buscar al pelinegro ya no lo encontró-. Oh ya se fue, soy muy lento -se golpeó la frente para luego retomar su camino a casa.

Al llegar a su casa, saludó a su madre y fue directo a su habitación donde dejó su mochila en la entrada y se dejó caer en su cama bocabajo. Escuchó su celular sonar, pero no contestó pues supuso que era cualquiera de sus amigos y no estaba de ánimos.

Bajó a comer, terminó y se encerró en su habitación, quedándose acostado bocabajo -de nuevo- hundiendo su cara en la almohada.

-Ahora que lo pienso, ¿por qué estoy así? No es como si me hubiera rechazado o algo así al contrario me rozó la mano e intercambiamos palabras -de nuevo una sonrisa adornó su rostro-. Se sintió tan cálido, ¡kya! -brincó emocionado- Debería intentar hablarle al fin que pudimos intercambiar palabras quiere decir que si le hablo no me rechazaría una conversación...¡SÍ! -gritó feliz.

Se paró frente a su espejo de cuerpo completo y se miró de pies a cabeza para luego arreglarse. Suspiró y empezó a hablar con el espejo aunque lo único que había dicho fue un "Hola". Estuvo viéndose en el espejo por más tiempo, pero no salía ninguna otra palabra de su boca.

-Genial ni siquiera puedo hablar conmigo mismo -agachó la cabeza-, pero no debo rendirme, ¡tu puedes Ren! ¡Fighting! -dijo dándose ánimos.

De nuevo intentó conversar con el espejo llevando poco a poco un gran progreso. Cuando al fin pudo pronunciar cuatro palabras más después del «Hola» sonrió victorioso. Su celular sonó de nuevo, lo tomó y contestó demasiado animado haciendo reír a su amigo.

-¿De qué te ríes Minhyun?
-Te escuchas muy animado -volvió a reír-. ¿Pasó algo nuevo? -el rubio suspiró- No verdad.
-Pues no mucho, lo que pasa es que cuando salí de la escuela lo vi en la esquina, estaba a punto de acercarme y hablarle pero ya sabes como resulto todo.
-Huiste, ¿verdad? -el rubio suspiró- ¿Y qué más hiciste?
-Amm pues se me ocurrió que lo hubiera seguido -sintió sus mejillas arder en cuanto escuchó la risa de su amigo-. No te rías.
-Te ibas a volver su acosador -volvió a reír-. Ay Ren, para serte sincero no me parece una mala idea, pero de tan sólo imaginarte me da risa -volvió a reír.
-Ya Minhyun, mejor dime para qué me llamaste.
-Oh cierto, te había llamado hace rato pero no me contestaste eres malo -el rubio rió un poco-. Bueno pues quería decirte que si me acompañabas a comprar ropa mañana, después de todo es viernes.
-Vale, pero, ¿hay alguna fiesta o algo así?
-No, lo que pasa es que quiero remodelar mi armario.
-Está bien, te veo mañana adiós.
-Sí, adiós -colgó.

Ren se miró de nuevo al espejo y sonrió como tonto al recordar lo sucedido en la escuela.

•••••••••••••••

Minhyun les platicaba a Baekho y a Aron que ya tenía todo listo para la tarde, ambos chicos sonrieron. Se encontraban en el pasillo platicando cuando, de repente, apareció el rubio saludándolos como siempre.

-Que no se te olvide que me tienes que acompañar, eh -le recordó el castaño a Ren el cual asintió-. Bueno vámonos al salón.

Los cuatro caminaron rumbo a su salón. Al entrar como siempre Ren buscaba con la mirada al pelinegro quien tenía la cabeza agachada haciendo que el cabello le cubriera parte del rostro. El rubio frunció el ceño pues en todo el tiempo que siempre lo veía nunca había visto que hiciera eso, ya que normalmente lo encontraba leyendo o viendo por la ventana.

Una de sus compañeras se acercó a JR cosa que el rubio no pasó desapercibido, observó cómo ésta le hablaba, pero JR en ningún momento levantaba el rostro.

Fue a su lugar sin apartar aún su mirada del pelinegro. Escuchó como hablaban unos chicos y reían a lado de él. Iba a restarle importancia, pero no pudo cuando escuchó el nombre de JR. Dejó de mirar al pelinegro y se concentró en oír la conversación.

-¿En serio no lo vieron?
-No, ya cuenta qué le paso a JR.
-Pues no sé bien, sólo sé que tiene un gran moretón en el pómulo izquierdo.
-Tal vez lo asaltaron ayer.
-Pues quien sabe, ¿qué no recuerdas que un lunes llegó con un collarín? -eso sorprendió en su totalidad al rubio, pues jamás lo había visto así.
-Tal vez lo golpean en su casa.
-A lo mejor es adoptado por eso lo golpean porque no lo quieren -el rubio miró de nuevo a JR sintiendo cómo la ira recorría cada fibra de su ser.
-¡Bueno y a ustedes que les importa! -gritó Ren de repente sorprendiendo a los demás- ¡¿Quiénes se creen para estar hablando así?!
-¿Qué pasa? -preguntó Baekho poniéndose de inmediato a lado del rubio.
-¡¿Y tú qué andas de chismoso escuchando conversaciones ajenas?! -empujó al rubio.
-Oye no lo empujes -habló Baekho molesto. Minhyun y Aron se acercaron.

Mientras tanto JR observaba todo desde su lugar sin mover un sólo músculo. Cuando vio que todos estaban alrededor de ellos sacó un libro y se puso a leer pues de nada serviría que lo quisiera ocultar, sabía perfectamente que aquel golpe no pasaba desapercibido para nadie.

Poco después el profesor entró llamando la atención de todos. Pasó alrededor de una hora llena de sermones para luego empezar la clase. Sin embargo, Ren no podía dejar de pensar en todo lo que habían dicho esos chicos cosa que lo molestaba, pero que también lo entristecía, pues que tal y tenían razón.

•••••••••••••••

Los cuatro chicos llegaron a la cafetería, Ren no había dicho nada por más que sus amigos le preguntaban ya que era muy raro que el se enojara rápido. Pidieron sus cosas y se dirigieron a su mesa, sin embargo, al llegar vieron que estaba ocupada. Buscaron más mesas percatándose de que casi estaba llena la cafetería cosa que los extrañó.

Minhyun caminó buscando una mesa vacía hasta que encontró una, sonrió y llamó a los demás. Cuando llegaron, Baekho y Aron sonrieron al ver cómo se había puesto Ren con tan sólo ver a JR.

-Hola -habló Minhyun, JR lo miró-, ¿podemos sentarnos aquí? Lo que pasa es que nuestra mesa esta ocupada y ya no hay mesas vacías -JR los miró fijamente hasta quedarse viendo al rubio quien empezó a temblar al sentir su mirada.
-Sí, no hay problema -contestó en tono bajo pero audible para los otros.
-Gracias -sonrió.

Aron, Baekho y Minhyun platicaban como si JR no estuviera, pero Ren ni siquiera podía comer a gusto, jamás pensó que algún día se sentaría en la misma mesa que JR. Su cuerpo temblaba como gelatina mientras sentía cómo su corazón se aceleraba que incluso llegó a pensar que explotaría.

**¿Cuánto más podre resistir?**-pensó Ren antes de mirar su reloj-.**Maldición faltan veinte minutos, ¿qué haré?, ¿podré hablarle?**-tragó saliva con dificultad-.**Estúpido tiempo que pasa lento**-fue el último pensamiento del rubio.

NO ESTÁS SOLO [JREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora