CAPÍTULO 23

978 129 36
                                    

JR y Ren caminaban por el parque tomados de la mano sonriéndose y riendo de vez en cuando hasta que el primero había acorralado al contrario en un árbol. Sus miradas se conectaron en instantes y poco después sus labios interactuaban lentamente, o al menos eso es lo que pasaba por la mente del rubio mientras su profesor aún no llegaba.

Era lunes por la mañana y Ren, desde aquel beso, no dejaba de imaginarse cientos de escenas de él y JR besándose sin percatarse de que Minhyun lo miraba con el ceño fruncido.

—Soy yo o Ren parece idiota.
—Creo que es lo segundo —habló Aron.
—No, él es un idiota —dijo Baekho—. Aunque con esa cara que tiene ahorita se ve más idiota de lo normal.
—Te doy la razón Baekho —murmur9 el moreno—, ¿le habrá sucedido algo?
—No sé, iré a preguntarle —comentó el castaño—. Ren, ¿estás bien? —el nombrado no respondió— Ren, ¡hey, Ren! —lo movió un poco.
—Mande —respondió todo ido sin mirarlo.
—¿Estás bien? —no obtuvo respuesta— Ren...¡REN! —gritó mientras lo agitaba bruscamente.
—¡¿Qué?!

Miró para todos lados hasta que su vista se clavó en la entrada del salón por donde iba entrando recientemente JR quien al verlo se detuvo en seco sintiendo sus mejillas arder al recordar de golpe lo ocurrido el sábado en casa del rubio. Caminó apresurado hacia su asiento evitando volver hacer contacto visual con Ren.

Sin embargo, aquello no había pasado desapercibido por Minhyun quien miró a Ren sonriendo como idiota para después mirar a JR del cual destacaba un leve tono carmín en sus mejillas sorprendiéndolo. Así se la pasó un momento, miraba al rubio, luego al pelinegro, de nuevo al rubio y después al pelinegro hasta que se dio por vencido al no comprender la situación.

•••••

Aron, Baekho y Minhyun veían a a Ren como si tuviese una cabeza de más o le hubiese salido un tercer ojo. Era la hora del almuerzo y Ren les había pedido de favor que comieran en el salón, aquello no les había extrañado pues no era la primera vez que se los pedía, lo que les extraño fue que JR había salido del salón y Ren no se había parado para decirle, ni siquiera se había atrevido a mirarlo.

—¿Se pelearon de nuevo Ren? —preguntó Minhyun.
—¿Eh? Ah no, para nada.
—¿Entonces?
—No quiero estar con JR —aquello sorprendió a los tres chicos. Si ya lo miraban de una forma extraña, ahora más—, ¿qué?
—¿Seguro que no se pelearon? —esta vez preguntó Baekho.
—Seguro, no nos peleamos.

Los tres chicos se miraron entre sí, sabían que Ren no les diría más así que tenían dos opciones una era preguntarle a JR directamente y la otra era que averiguaran por su cuenta.

•••••••••••••••

JR estaba en la azotea de la escuela. Tranquilo era como se sentía, al menos por ese momento pues sabía que sólo era cuestión de tiempo para que viera más seguido al rubio y, no sólo eso, sino que estaría más cerca de él.

—Estúpido, eso eres JR un estúpido —suspiró—. ¿Cómo fue posible que besara a Ren? Así no debió haber pasado —jaló sus cabellos—, ¿por qué me adelanté al penúltimo paso?

Sacó del bolsillo de su pantalón una hoja doblada en cuatro partes. Desdobló el papel para leer por décima vez en el día los cinco puntos escritos:

*Preparar la mejor declaración.
*Decirle mis sentimientos.
*Pedirle que sea mi novio.
*Besarlo.
*Encargarme de hacerlo feliz hasta que él se aburra de .

Los leyó una vez más, suspiró y guardó el pedazo de papel. ¿Ahora qué debería de hacer? Era lo que se preguntaba, ni sabía si soportaría estar cerca del rubio sin que la vergüenza lo consumiera, pero de alguna u otra forma debía afrontarlo.

Volvió a suspirar, ahora por su mente pasaban todas –o al menos las que conocía– las declaraciones de 'amor' más típicas sintiéndose un poco asqueado, pues la mayoría era demasiado romántica para su gusto, además sentía que el ser bastante romántico hasta empalagar y provocar vomitar arco iris no iba con él. ¿Ser romántico? Claro, ¿por qué no? Pero sólo lo suficiente, lo adecuado, no de la manera que podría hasta provocar cáncer.

Sacó su celular, ingresó en notas y escribió lo que recordaba hacían y/o daban en una declaración típica poniendo al último en letras grandes que NO lo debía hacer. Releyó cada una con suma delicadeza poniéndose a pensar en caso de que le faltase una, pero al no recordar algo más guardó la nota y ahí se quedó hasta que sonó el timbre.

•••••••••••••••

Habían pasado ya tres días y el comportamiento extraño tanto de Ren como de JR estaba volviendo loco a Minhyun, pues el primero aseguraba que no se habían peleado, pero tampoco le decía qué había sucedido entre ellos, y el segundo, estaba demás decir que apenas le respondía el «Hola» así que era obvio que no le diría nada.

Suspiró por quinta vez, se sentía frustrado al no comprender nada, o sea era Hwang Minhyun, un chico inteligente como el mismísimo Albert Einstein —bueno, tal vez no tanto—, pero de que era inteligente lo era, por tal motivo no lograba entender por qué no podía comprender el comportamiento de su amigo rubio y el de su "conpañero" —aunque él ya lo considerase su amigo.

Apoyó su cabeza en el pupitre haciendo oídos sordos a lo que explicaba el profesor hasta que una idea cruzó por su mente poniéndolo feliz.

—¡Lo tengo! —gritó poniéndose de pie llamando la atención de todos.
—¿Qué es lo que tiene joven Hwang? —preguntó su profesor.
—Eh...amm nada, nada —se sonrojó provocando leves risas—, lo siento...—dijo antes de volver a sentarse.

**Que vergüenza, pero no importa, una brillante idea surgió de mi magnífico cerebro**—fue el último pensamiento que cruzó por su mente antes de empezar anotar lo que estaba escrito en la pizarra.

•••••

—¡¿Estás loco?! —dijeron al unísono Aron y Baekho— ¡No quiero!
—Pero que malos son —se cruzó de brazos—. ¿Me van a dejar morir solo? —ambos chicos asintieron— Culeros.
—Minhyun, esas palabras —lo regañó Aron.
—Tú cállate, ¿entonces, me van ayudar?

Aron y Baekho le dieron un momento la espalda para tener su junta "privada". Minhyun sólo se limitó a rodar los ojos al ver sus acciones recibiendo un «Aceptamos» provocando que sonriera, pero aquella sonrisa se borró al oír la condición que le proponían. Se lo pensó un momento antes de terminar asintiendo.

•••••••••••••••

Ren caminaba hacia la cafetería, se sentía extraño al no ir junto al pelinegro, pero después de lo sucedido entre ellos no podía dejar de pensar en aquello, ¿JR se habría dado cuenta de sus sentimientos hacia él? Era posible.

Suspiró, tenía miedo, no quería que el pelinegro se alejase de él, pero también él era consciente de que si se encontraba a su lado ya no podría ocultar todo lo que sentía por él y lo que menos quería era, en primera, ser rechazado, y en segunda, que JR lo mirase de una manera horrible y de inmediato se fuese de su lado. Suspiró una última vez antes de ingresar al sitio.

Ren permaneció en la entrada de la cafetería al ver cómo dos de sus amigos peleaban por un mandil mientras Woohyun y Mingyu hacían apuestas, cada uno apoyando a su favorito. De repente escuchó los gritos del castaño parando toda pelea.

**¿Qué hacen ellos aquí?*—se preguntó mentalmente.

NO ESTÁS SOLO [JREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora