NO ESTÁS SOLO [JREN]

CAPÍTULO 33

JR miraba atónito el sitio donde estaba la chica que recién había entrado viendo el menú. Su rostro se ensombreció y retrocedió con pasos lentos yendo al cuarto de empleados encerrándose ahí sin percatarse de que Ren había mirado cada una de las acciones hechas por él.

Ren miró a Minhyun quien atendía una mesa, sonrió levemente logrando escabullirse y golpear con los nudillos la puerta del cuarto de empleados escuchando un claro «No molesten», hizo un puchero.

—¿Entonces me voy?

Pensó que en cuanto JR escuchase su voz le abriría de inmediato, sin embargo, eso no sucedió haciendo que volviese a golpear la puerta. Tuvo que esperar alrededor de cinco minutos para que el pelirrojo le abriera y dejara entrar.

—¿Estás bien? —preguntó después de un pequeño momento de silencio.
—¿Mingyu sigue en la cocina? —preguntó devuelta. Ren entendió que no se encontraba bien así que no insistió murmurando un «Sí» como respuesta— He querido volver a estar junto a ti como aquella vez en la azotea de la escuela, pero esta vez quiero pedirte que por favor me dejes solo...necesito pensar...

Ren suspiró, asintió lentamente y salió del sitio no sin antes depositar un corto beso en los labios ajenos.

Mientras tanto, Mingyu caminaba de un lado a otro en la cocina, había visto claramente el momento en que la chica había entrado dejándolo en shock y ahora no sabía que hacer. ¿Sería bueno ir a encararla? No estaba muy seguro, pues sabía de antemano qué le preguntaría.

**¿JR la habrá visto ya?**—aquella pregunta llegó de golpe a su mente—**Espero que no.**

—Mingyu, ¿ya viste quien está sentada cerca de la entrada? —preguntó el azabache.
—Sí —soltó un suspiro—. ¿Dónde está JR?
—No lo sé, tal vez salió a tirar la basura o está en el cuarto de empleados.
—Entiendo —volvió a suspirar—, iré hablar con ella.
—¿Estás seguro?
—No —hizo un puchero—, pero no tengo de otra.

Ren miraba de vez en cuando hacia la puerta del cuarto de empleados. Estaba preocupado por JR, que mas hubiera querido que éste mejor le hubiera pedido que se quedase a su lado haciéndole compañía y escuchándolo en silencio, pero no, había preferido decirle que lo dejase solo. Suspiró y continuó con su trabajo viendo a Mingyu platicando con una chica, le restó importancia yendo hacia una mesa que acababa de ser ocupada.

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Era sábado, Ren estaba acostado en su cama boca arriba pensando en JR pues una vez que cerraron la cafetería él se había ido sin despedirse. Sin embargo, había logrado notar cierta tristeza en su rostro. La pregunta era, ¿a qué se debía? Quería averiguarlo por lo que tomó su celular y marcó escuchando tres timbres antes de ser mandado a buzón de voz. Volvió a intentarlo obteniendo el mismo resultado.

Gruñó poniéndose de pie, tomó lo necesario y salió de su habitación topándose con su hermano en el pasillo. Lo saludó, quiso seguir con su camino hasta que una mano tomando su brazo lo detuvo. Giró viendo extrañado a su hermano que incluso frunció su ceño.

—Necesito hablar contigo —su tono de voz era serio haciendo que Ren asintiera de inmediato, pues éste sabía que cuando su hermano usaba ese tipo de tono era porque de verdad tenía que decirle algo sumamente importante.

Lejos de aquel lugar estaba JR sentado en el piso de su habitación con una caja de madera de tamaño mediana situada en tus piernas. De esta sacaba fotografías. Cada foto que sacaba la observaba por varios minutos para luego dejarla a un lado y seguir con otra.