8

774 52 3
                                    

Alex

Las clases por fin habían terminado. Pero claro, la desgracia siempre tiene que venir conmigo así que yo seguía aquí en la escuela. Estaba sentada en las gradas del campo de futbol revisando mi mochila por si encontraba tarea que tuviera que hacer.
Mi prima llevaba una hora ya entrenando con sus Barbies uniformadas repitiendo una y otra vez la misma "coreografía" y porra para animar a los jugadores. Creo que hasta yo ya me la había aprendido. Lo peor de todo es que después estaría repitiéndola todo el día en mi cabeza. Que mierda.

Los chicos del equipo salieron y empezaron a correr uno tras otro por todo el campo y Alex me saludo con la mano así que le devolví el saludo. No podía creer que la gente pensara que estaba saliendo con él.

Sabía que si me transfería a la escuela donde asistía mi prima tendría mucho con lo que lidiar. Y sabía que con los chicos sería peor. Como todo con lo que respecta a ella. A veces no lo podía tolerar, pero sabía que este era un gran paso que tenía que dar para asistir a la universidad donde yo quería estudiar. Ya que quedaba más cerca de aquí que en Dallas. Así que tendría que sopórtala.

Mi prima siempre tenía pretendientes y eran chicos con los que pasaba una noche, o si no varias más. Pero lo que más me molestaba era que me lo presumiera en la cara. Yo sé que casi no tengo pretendientes, y estaba bastante bien con eso, ya que soy un poco difícil al momento de salir con un chico. Tengo esa idea de que hay un hombre perfecto para mí, así que tiendo a botarlos fácilmente, porque nadie cumple con mis estándares del chico perfecto.* Esa idea en la que el destino tiene que juntarnos porque somos piezas indispensables de la vida del otro.

Pero los chicos de ahora solo quieren una cosa. El sexo. Y si les agradabas, osea les gustaba tener sexo contigo, podría ser que pensaran en ti más como una posibilidad de pareja y no como un cuerpo con el que acostarse. Y eso podría hacerlo mi prima. A sí que ¿para qué molestarme?

Yo no quería lidiar con ello.

Y mucho menos liarme con un chico que se acuesta con mi prima cuando se le pega la gana. Ella y él creen que no me doy cuenta, pero es obvio que entre esos dos idiotas hay sexo de por medio. Aunque Sky ya me lo había mencionado, pero lo que me tiene dando vueltas es el hecho de que las chicas de la escuela piensan que me gusta estar con un chico que pueda saber a las babas de mi prima. En lo absoluto. Tengo estándares. Nadie de aquí me conoce, no saben que tipos de chicos me gustan. Y no tienen por qué saberlo.

Aunque Alex no era feo. ¿Quién no quisiera estar con un chico como él? Jugador estrella del equipo de la escuela. Popular. Notas no tan malas. Un cuerpo perfectamente esculpido y una hermosa sonrisa que hace derretir a cualquier chica en la escuela, hasta las que no les agradaban los chicos. Pero como todo, Alex tiene un gran problema.

Cero compromisos.

Ese chico podría ser comprometido en el equipo y hasta en las notas para que no lo sacaran de él, pero cero compromisos con las chicas, con él era solo una vez y hasta luego. Como todos. Yo no quería ser una más, he notado que Alex si me tira la onda una que otra vez, pero he sabido contenerme. No voy a mentir.

Pero aún así las estúpidas de la escuela que se la pasan chismeando creen que yo puedo estar con él y me llegan a catalogar como otro plato para él, así como Ashley, pero como a ellas no les hace caso quieren desquitarse conmigo. Pues que se jodan, porque me importa una mierda lo que piensen.

Me quede mirando a los chicos del equipo cuando recordé el poema de Charlie. Era realmente hermoso, lo había leído tantas veces que hasta me lo había aprendido, y no ayudaba a que el profesor hizo que nos lleváramos el poema y lo calificáramos en casa, aparte de que era corto. Sky obvio hizo que me lo llevara.

Siempre TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora