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Alex.

¿Alguna vez han querido alejarse de todo? ¿Simplemente tomar sus cosas y querer salir del lugar en donde se encuentran? ¿Olvidarte de obligaciones y dejar todo atrás? Era exactamente lo que yo quise hacer en el momento que sentía que mi vida se venía abajo.
Siempre hay un momento en el que estas harta de todo lo que te rodea y necesitas una vía de escape, un momento para respirar. Crees que no podrás superarlo si no te alejas de lo que te hizo desmoronarte. Y fue lo que hice, querer alcanzar lo que no tenía, y dejar lo que ya no necesitaba.

Charlie me observo por mucho tiempo dejando que todo lo que acababa de contarle se filtrará en su cerebro. Sabía que esto tenía que salir algún día, y aunque Sky era la única que tenía un indicio, no me molesto contárselo a Charlie, sé que él no diría nada, y por extraño que pareciera confiaba mucho en él, y creo que él pensaba lo mismo.

Trague el nudo que se me había formado en la garganta y lo mire.

—Era lo que tenía que suceder ¿no?

Charlie entrecerró los ojos y negó con la cabeza.

—Eso no tiene por qué pasarle a nadie Alex. Eres una chica increíble y no tienes por qué echarte la culpa por lo que sucedió. El idiota no se dio cuenta de lo que tenía enfrente, y se fue con lo más fácil, tú nunca deberías de creer que fue tu culpa, él no te merecía, y tú merecías y mereces a alguien más que sepa valorarte de la manera en lo que lo necesitas.

Le lancé una sonrisa, pero creo que más bien pareció una mueca. No quería recordar aquello, y me prometí que jamás pensaría en eso otra vez. Necesitaba cambiar de tema.

—¿Y qué paso contigo Charlie? ¿Con las chicas?

—¿Para qué quieres saberlo? —pregunto sarcástico.

—No la verdad es que me da igual. —le conteste de la misma manera.

Comenzó a reírse.

—He tenido algunas novias en realidad.

Se quedó callado y me miro tomando su refresco.

—¿Y ya? ¿Eso es todo lo que dirás?

—Fue lo que preguntaste ¿no?

Le lance una mirada que decía ‹‹enserio›› y me estire hacia el para pegarle en el brazo, noto lo que iba a hacerle y se hizo para atrás evitando que lo golpeara. Me estire un poco más para tratar de golpearlo otra vez levantándome de donde estaba sentada pero volvió a moverse. Su mano tomo la mía y me jalo hacia él llevando mi cuerpo cerca del suyo para después empezar a revolverme el cabello con su mano izquierda. Empecé a mover mi cabeza de un lado a otro para que quitara su agarre de mi cabeza pero como mis intentos fallaron se rió de mí y volvió a revolver mi cabello. Me estire y lo golpee de nuevo con mi mano derecha inclinándome sobre su cuerpo, pero tomo mis muñecas y las puso detrás de mi espalda subiéndome a su regazo.

Su nariz tocaba la mía y nuestra respiración era agitada por el forcejeo que acabábamos de tener. Nuestros pechos subían y bajan y podía sentir su exhalación en mi boca.

—Eso no es justo. —susurre mirando sus labios.

No me respondió, en todo caso subió una de sus manos a mi cara para quitarme el cabello que tenía en ella, pero sin soltarme ambas manos.

—Tú atacaste primero. —murmuró mirándome a los ojos y poniendo su mano en mi mejilla.

—Tú... me hiciste contestar todo lo que pregunte y tú no... quisiste cooperar. —hable sin aliento.

No podía dejar de mirar sus labios, y el tacto de su mano con la posición en la que ahora nos encontrábamos hacia que me mareara y me faltará el aire.

Siempre TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora