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Charlie

Mi teléfono volvió a sonar por tercera vez en la mesita de noche quitándome el sueño, estire mi mano y lo desconecte del cargador para poder verlo. Mis ojos se entrecerraron por la luz que emitía y me pregunte por qué siempre le ponía el brillo a tope. Tres mensajes de Mike se encontraban en mi bandeja de entrada, deslice mi dedo en la pantalla y abrí nuestra conversación.

Mike: ¿estas despierto ahora?

Mike: ¿crees que sería buena hora para llamarla o tengo que ir a verla a su casa?

Mike: Maldita sea no sé qué hacer. Abre tu maldita puerta imbécil estoy tocando desde hace horas.

Miro la hora que marca mi teléfono. 10:50. No era tan tarde. Me levanto a regañadientes de la cama y bajo las escaleras para abrir la puerta, la silueta de Mike se vislumbraba por el sol que daba directo en casa a estas horas, me acerque y tres toques sonaron cuando estaba por abrir la puerta.

—Estoy justo aquí ¿sí? —solté abriendo mi puerta y mirando a un Michael demasiado tenso. Llevaba puesto un pantalón negro, una playera del mismo color sin mangas que dejaba a la vista sus tatuajes, una gorra gris que le cubría un poco los ojos y su teléfono en mano.

—¿Aún seguías dormido princesa? —pregunto entrando en casa.

—La verdad es que sí. No es tan tarde. —conteste siguiéndole el paso por las escaleras hacia mi habitación. Se sentó en la cama moviendo su gorra de arriba abajo unas cuantas veces.

—No sé qué hacer Charlie, he intentado llamarla pero me manda a buzón, he dejado mensajes para que cuando prenda el maldito teléfono los vea pero no ha contestado ninguno, no pude dormir toda la maldita noche. No sé qué mierda pasa conmigo. Alex me mandó un mensaje ayer diciéndome que la dejara por hoy pero no sé qué mierda hacer...

—Tranquilo Mike ¿está bien? Ayer la cagaste con gritarle, Sky no es una chica que deje que los chicos la traten así... Así que supongo que anoche que la dejaste en casa de Alex estaba malditamente cabreada por como la trataste, tal vez lo mejor es que por hoy lo dejes y que se calme, ya más tarde podrás mandarle un mensaje a Alex preguntándole que puedes hacer o como se encuentra Sky.

Asintió, se quitó la gorra y se acostó en mi cama como hace cinco minutos yo estaba cómodamente en ella mirando el techo de mi habitación. Me acerque a mi escritorio y me senté mirándolo ya que estaba extrañamente muy callado.

—Mike...

—Anoche le envié un último mensaje. Antes de todos los que le envié hoy.

—¿Y qué le pusiste?

Metió la mano en su pantalón y saco su teléfono, pulso en la pantalla y después me lo tendió, me acerque a tomarlo y mire la pantalla.

Sky: Diablos, Te amo Skylynn

—¿Skylynn?

—Es su nombre completo. ¿Enserio solo te fijaste en su jodido nombre? —bufó molesto.

—No sabía que se llamaba Skylynn.

—Creo que realmente siento algo por esa chica, y me refiero a más que solo el gustarme. Ayer cuando Bethany me beso y la separe de mí y vi a Sky ahí... entre en pánico. No quería que ella me dejara, que pensara que no me importaba y que lo que teníamos lo mandara a la mierda. Nunca me había sentido de esa manera con alguien ¿sabes? Es extraño y aterrador. Todo al mismo tiempo.

Sonreí recordando ese sentimiento.

—¿Eso era lo que sentías por Melanie? ¿Es así como se siente?

Siempre TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora