Siempre Tú

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ALEX

La luz del día comienza a lastimarme los ojos y trato de taparla con el dorso de mi mano. Intento moverme un poco en la cama pero ese pequeño movimiento hace que mi cabeza duela.
Intento enfocar mi mirada tratando de despertar y saber donde me encuentro exactamente, mis ojos se abren de poco a poco y puedo darme cuenta de que afortunadamente estoy en mi cuarto.

Me levanto en mis codos y escaneo toda la habitación, intento escuchar algo en la otra habitación o abajo en la cocina, pero nada llega a mis oídos, estoy completamente sola.

Busco mi teléfono en la mesa de noche y estiro mi mano para poder ver que hora es, las 10:30 am, no es tan tarde como pensaba.

3 mensajes de Sky se encuentran en mi bandeja de entrada y deslizó mi dedo para leerlos.

»Ya estamos en casa, Mike paso a dejarme
»¡Eres una maldita loca!!, me comprarás algo con ese dinero.
»Tqm bchhh<3 xoxo

Mierda.
¿Que había pasado anoche?

La puerta se abre de repente y Charlie entra cargando una bandeja con comida y jugo dirigiéndose directamente hacia mi con una de las sonrisas más hermosas que he visto en mi vida.

—Creí que despertarías más tarde. —dice dejando la bandeja en la otra mesita de noche cerca de él.

Me muevo un poco para dejarle espacio en la cama y le sonrió de vuelta. —Creo que también pensaba eso, pero ya no puedo dormir más. —Miró la bandeja que ha traído y le sonrió de nuevo —¿Qué es todo esto? —preguntó sintiéndome feliz de que se quedará conmigo anoche.

—Bueno, sabía que tendrías hambre cuando despertarás, pero sabía también que no ibas a querer salir tan temprano, ¿estás bien?

—Si, ¿porqué? ¿Ocurrió algo malo?

Charlie comienza a reírse y se inclina hacia mi para darme un pequeño beso en los labios, me alejo un poco y su cara es de sorpresa.

—Lo siento, pero no me he lavado los dientes

—No me importa

—A mi si que me importa, bebí anoche y no quiero oler mal. —afirmó levantándome de la cama para caminar al cuarto de baño.

El se ríe un poco, asintiendo, pero cuando paso cerca de él me toma por la cintura y me jala sentándome en su regazo y plantando un pequeño beso en mis labios, tan pronto sus labios están en mi boca se aleja y me levanta lo más rápido posible para que pueda seguir mi camino al baño.

Lo miro sorprendida por lo rápido qué pasó todo y él solo sonríe de nuevo. —Te dije que no me importaba.

—¡Pero a mi si!

Comienza a reírse de nuevo y me mira de arriba abajo comiéndome con la mirada. —Eres jodidamente hermosa cuando te molestas.

Aún en shock miro mi vestimenta y me doy cuenta que ya no tengo mi vestido puesto y solo llevo mi enorme playera, únicamente con bragas. —¿Tú... tú me desvestiste?

—Esa fuiste tú, yo solo te puse tú pijama encima de la cama y te deje que te cambiaras. Yo solo dormí al lado de ti.

Sonrió un poco, imaginándome a Charlie buscando en mis cajones y poniendo mi pijama en la cima de mi cama para que pudiera cambiarme.
Camino hacia el baño con mi cabeza dando vueltas tratando de recordar cómo diablos habíamos llegado aquí anoche. Estaba demasiado ebria como para recordar que demonios había pasado, intenté recordar pero nada llegaba a mi cabeza. —La verdad es que no recuerdo cuando nos salimos de la fiesta, ni cómo llegamos aquí —contesto confusa y caminando directo al baño para finalmente hacer lo que me disponía a hacer hace 5 minutos.