Siempre Tú

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CHARLIE

La comida después de lo sucedido fluyo un poco incomoda. Alex no menciono nada en el transcurso del camino hacia el restaurante cerca del centro de San Diego. Las chicas tampoco mencionaron nada acerca de lo que sucedió, no sé qué diablos les dijeron Mike y Rich, pero tendré que agradecerles luego.

—Aún es temprano chicos. ¿Por qué no vamos a Nine9? —sugirió Michael mirándonos a todos.

—¿Por qué siempre quieres ir ahí? —murmuro Sky mirándolo fijamente. No como si le estuviera reclamando, más bien teniendo curiosidad por ello. Me había dado cuenta de que Alex y Sky no son como las otras chicas que reclaman cualquier cosa. Son independientes y centradas en ellas mismas. Y es algo por lo que a mí y a Mike nos gustaron.

—Bueno la cerveza es barata ahí y casi no habrá gente por lo del baile. Podemos tener la pista de baile para nosotros solos.

—Tú no sabes bailar. —soltó Alex sonriendo y cruzando los brazos en su pecho.

Mike la miro y después se inclinó en la mesa mirándola directamente a los ojos. —¿Quieres apostar niña?

Alex alzo una ceja y después me miro. Se giró de nuevo hacia Michael y se inclinó en la mesa igual que él. —¿Realmente vas a querer apostar conmigo?

—¿Te asusta?

—Por favor. ¿Tenerte miedo a ti?

—¿Entonces si quieres apostar?

—¿Que es lo que quieres perder Clifford?

Todos en la mesa mirábamos de un lado a otro como si estuviéramos en un partido de tenis escuchándolos discutir.

—Bien si pierdes, que obviamente lo harás, tendrás que hacer mis tareas por un mes. De todas las materias.

—¿Eso es lo único que apostaras? Sabía que eras un marica.

Todos nos reímos.

—¿No tienes con eso? ¿Qué más quieres perder?

Alex subió una de sus manos a su cara y comenzó a golpetear con su dedo índice su barbilla, pensando. —Bien si pierdes tendrás que hacer mis tareas de todas las asignaturas, menos la de pintura obviamente porque eres demasiado malo, y... tendrás que llevarme y traerme diario de mi trabajo en la biblioteca por un mes.

—Por favor eso es pan comido.

—Bien entonces estrecha tu mano como los hombres. —susurro Alex levantándose de su asiento y estirando su mano derecha hacia Mike.

Mi amigo hizo lo mismo y me miro por un segundo antes de estrechar la mano de Alex. —Veremos quién pierde niñita.

Alex sonrió estrechando la mano de Mike y después me miro a mi con una enorme sonrisa en la cara.

—Que empiece el juego.

-

ALEX.

La decepción peso en el rostro de Mike cuando se bajó del auto y vio que Nine9 estaba cerrado. Me reí de él. ¿Por qué mierda le gustaba tanto este lugar?

—¿Es enserio? —susurro-grito el teñido cuando leyó por tercera vez el letrero de ‹‹cerrado›› colgado en medio de la puerta de cristal.

—Ni modo bebé. Tendrá que ser otro día. —dijo Sky besando la mejilla de su chillón novio.

—No te escaparas de esta Alex. —susurró el señalándome con su dedo.