23

479 30 1
                                    

           

Alex.

Nos encontrábamos sentados en el suelo de la sala de estar en la casa de Charlie. Llevábamos ya media lasaña, bueno yo, Charlie iba ya por su segundo plato. Estábamos jugando a las veinte preguntas, al principio se lo discutí, pero empezaba a hacerse más entretenido de lo que espere.

Le tome a mi refresco esperando a que contestara mi pregunta.

—Voy a ir a Nueva York. Pero aún no me decido por cual. Si El Instituto de Fotografía o la de Artes Visuales.

Asentí.

—Ya veo por qué dices que te da miedo irte. Eso está al otro lado del país. ¿Qué ha dicho tu mamá acerca de eso?

Charlie le tomo a su refresco negando con la cabeza.

—¿Eso cuenta como dos preguntas?

—Solo contesta.

—Se lo he comentado, y creo que está de acuerdo con ello. Ahora me toca.

Le comí a la lasaña esperando a que preguntara.

—¿A qué escuela vas a ir tú?

—El Instituto de Arte en California. —conteste sin titubear.

—Esa es una respuesta muy rápida.

Me encogí de hombros. —Siempre ha sido a la que he querido ir. ¿Por qué crees que estoy aquí?

Me señalo con su dedo asintiendo.

—Tu relación más larga. —pregunte sopesando mi pregunta.

—Te lo he dicho. Casi dos años.

—¿Hermanos? —pregunto.

—Uno, mayor que yo. Tiene 25. Es AJ aún, aunque sea mayor de edad.

Nos reímos.

—¿Fiesta o estar en casa?

—Depende de con quien vaya. —respondió mirándome fijamente.

—¿Auto?

Sonreí. —Lo tengo, solo que sigue en Dallas y es demasiado caro traerlo hasta acá. Realmente lo extraño.

—¿Cuántas novias has tenido?

Me miro. —Tres. ¿Celosa?

Me reí. —Quisieras.

—¿Alguna vez has consumido drogas?

Me quede callada y le tome a mi refresco. Hasta ese momento no me había acordado de la discusión que tuve con Ashley sobre lo de la fiesta, pero la verdad era que no quería analizarlo. Me negaba a creer que me habían drogado, y peor. Quedar embarazada.

—No. ¿Tú?

Miro por encima de mí a las escaleras con duda. —Probé la marihuana una vez. Pero no me gusto. —mirando a todos lados excepto a mí. Supuse que su mamá no sabia que había probado la marihuana, ¿pero que mamá quiere enterarse de eso? Me miro de nuevo después de lo que pareció mucho tiempo.

—¿Haz besado a un chico sin ser nada?

Me reí.

—Sí, y también chicas.

Sus ojos casi se salen de sus órbitas.

—Es mentira. —murmure riéndome a carcajadas.

—La verdad es que se ve que si te gustan las chicas.

Lo mire, mis ojos dos rendijas. No puedo creer que lo creyera.

—La verdad es que no es la primera vez que me lo dicen.

Siempre TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora