25: Vuelta al pasado.

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***

Suspiro, vaya tela. Estoy enamorada, ¡enamorada de Jensen Williams!

Enamorada. ¿Cómo puede ser definido un sentimiento tan grande en únicamente nueve letras? Es algo que me da ganas de gritarlo bien, alto, de decirle a Jensen que le quiero, de enseñarle esto al mundo entero... pero no puedo. No debo. Él nunca querrá estar conmigo después de que se entere de la verdad. Me odiará como nunca. Sentirá que soy la peor persona sobre la faz de la Tierra. Me rechazará, no va a querer saber nada de mí... y le entiendo. Si me lo hicieran a mí, no reaccionaría de la mejor forma posible.

¿Qué hago? Es que es por sus ojos grises y su pelo negro por el que hago todo esto y por él haría lo que fuera. Hasta hacer que la persona de la cual estoy enamorada me odie por el resto de su vida. Nadie, jamás, se pondrá por encima de él.

"Mi cuerpo se contrae por el llanto mientras sus asquerosas manos retiran un mechón de mi pelo.

—Te voy a dar una sola oportunidad más —León sonríe, mostrando esa sonrisa de imbécil—, hoy me siento generoso —agarra mi barbilla y hace que le mire a los ojos—. Si no cumples con tu parte del trato... —mis ojos se agrandan cuando coge una pistola de su bolsillo y le apunta a él en la cabeza.

—¡No! —grito paralizada.

—¿No crees que quedaría bien un tiro aquí? —tiemblo cuando veo que le cae una lágrima a Héctor. A él. Está paralizado mientras sigue atado a la silla, con sus ojos fijos en los míos.

—Por favor déjalo irse, haré lo que sea —León se gira hacia mí y me agarra del pelo.

—¡Arrodíllate, asquerosa perra! —llorando hago lo que me dice. Por Héctor haría lo que fuera. Suspiro cuando siento el cañón en mi cabeza— ¡Suplícame! —mis manos chocan contra el suelo y no me queda otra que arrodillarme.

—Te lo suplico, no le hagas nada —mi voz sale quebrada mientras lloro sin parar—, déjalo —León tira de mi pelo hacia atrás y después hacia arriba, haciéndome levantarme y quedarme mirando fijamente sus ojos a centímetros de su asquerosa cara. Sonríe.

—No me da la gana —me empuja y caigo al suelo, echa un manojo de lágrimas, nervios y rabia—. Tienes siete meses, ni uno más ni uno menos —se agacha y agarra mi brazo, para empujarme a unos de sus secuaces y hacer que me agarre de la cintura para que me tiren fuera. Y dejar ahí a Héctor con ese maldito desgraciado.

—¡¡No!! —forcejeo intentando librarme del que me sujeta. Pero no puedo.

Al segundo siento un pañuelo en mi boca y un olor desagradable, lo último que logro ver es a Héctor mirándome y sonriendo, para intentar tranquilizarme. Y un «Te amo» sale de sus labios antes de que todo se vuelva negro y aparezca en un callejón."

Y pensar que paso hace unos meses... por suerte conseguí que me diera algo más de tiempo. Ya casi tengo todo el dinero reunido, solo me queda lo que cobraré cuando acabe con Jensen y ya está. Lo que cobraré cuando le haga odiarme por haberle dejado justo cuando todo va peor, cuando ya no sepa que hacer y cuando su vida este arruinada por la prensa y por Josh.

Dios mío, ¿por qué a mí? Y lo más difícil de todo, ¿Qué he hecho yo para merecer todo esto? Yo solo quiero vivir tranquila, y respirar. Pero al parecer la vida no quiere dejarme vivir. No estoy echa para ser feliz.

Desde muy pequeña he tenido que ser fuerte, ocultando en el cole el porqué mi mamá no cenaba con todas las madres cuando quedaban, porque no iba a los cumpleaños de mis compañeros, porque nunca mi madre vino a el día de la madre en el colegio... Siempre he tenido que ocultarlo todo. Pero aun así, siempre llegaba a casa y subía a su cuarto, le daba un beso y ella me acariciaba el pelo.

Peligrosa pasión (1ª Bilogía "Novelas peligrosas")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora