43: Antes que tú.

1.7K 232 43
                                    

Hay veces que te topas con situaciones que simplemente, no te incumben. Pero, como en mi caso, te pueden dar información de esa persona que ni si quiera sabías. Ojo al dato, cotillear no es bueno. Pero si te topas con algo como lo que me pasó a mí con Santiago y con Shasha, pues oye una miradita le puedes echar...

Las personas somos cínicas. A tal modo de tener distintas facetas para depende que entorno. Y a estas facetas yo las llamo las "máscaras de la verdad". Son personalidades completamente distintas que están relacionadas por una sola cosa. Tú. No damos la misma cara a nuestra pareja que a nuestra familia o amigos. Transformamos nuestra personalidad. A veces a mejor y otras... tan a peor que deberían darnos dos buenas hostias para darnos cuenta.

Esto nos pasa a todos. Por ejemplo, yo: mi cambio sí que es drástico, tanto que sustituyo hasta mi nombre. Con Jade soy yo, Jeannette, que es un libro abierto y con la que a veces lloras, ríes o pillas un pedo del demonio.

Con Jensen es muy diferente. Soy Bárbara. Una Bárbara fuerte, decidida a luchar por lo que quiere y enamorada. Ahí me convierto en la que le ama con locura, la que quiere besarle hasta que le falte el oxígeno. Esa Bárbara lleva escondida una Jeannette asustada, que lo único que quiere es recuperar lo que un día perdió. La que quiere ser feliz. Y la que tiene miedo. Que digo miedo, pánico a ser descubierta porque... teme con toda su alma que Jensen la deje de amar. ¿Qué sería esa Jeannette con el corazón completamente roto?

Supongo que eso le pasó a Santiago. Puedes ser una persona muy agradable para tu futuro ligue y compañeros de trabajo, le conoces lo mínimo y siempre son cosas buenas. Pero puede ser un gilipollas que merece una hostia de vuelta y media para su enamorada.

Sé que preguntaréis qué pasó después de que yo pillara tal escenita. Pues muy fácil. Me acerqué a Shasha y la intenté consolar.

—¿Estás bien? —sus ojos azules enfocaron mi rostro. Supongo que por las lágrimas que caían por sus mejillas había hecho una pregunta muy idiota. Agachó la mirada y limpió su rostro con un pañuelo de papel.

—Supongo que estarás muy feliz —un gesto de duda me inundó entera, ¿qué quería decir?

—¿A qué te refieres?

—¡No te hagas la idiota! —el grito que me dio casi me hizo dar un bote.

—¡No sé de qué estás hablando! —contesté en el mismo tono, mostrando las palmas de mis manos.

—¡Ya puedes correr a su lado! ¡Podéis iros los dos a la mierda! —intentó pasar por mi lado para desaparecer, pero la agarré del brazo a tiempo— ¡No me toques! —se soltó.

—Shasha, no sé de qué narices estás hablando. Te lo digo enserio. Explícamelo —hablé relajada. No quería que la gente de fuera se diera cuenta de lo que pasaba aquí dentro.

—Ya podéis seguir los dos juntito. Como has podido averiguar, yo solo fui un polvo pasajero —ahora sí que no entendía absolutamente nada. Debía habérmelo imaginado, era un tanto obvio—. Ha conseguido romperme en mil pedazos.

—¿Seguir con Santiago? —sus ojos me vuelven a enfocar, esta vez confundida— Si te refieres a salir con él como pareja, creo que te estás equivocando —abre los ojos.

—¿Pero qué estás diciendo? Él rompió contigo antes de ayer —entonces fue cuando mi cerebro hizo clic.

—¿Él? ¿Romper conmigo? —ella asiente. El cabreo me va inundando poco a poco, hasta el punto de tener que cerrar los ojos— Y me... ¿Me puedes recordar por qué hemos roto?

—Porque le has sido infiel. Lo sabe toda la oficina —respiro hondo—. Ya me ha informado de que habéis vuelto.

—Está bien. Tráeme los papeles que te he dicho, en quince minutos ve a mi oficina por favor. Ahora, tengo que ir a resolver un asunto —me di media vuelta, con el corazón galopando y la mala leche pasando por todo mi cuerpo. Me iba a oír, veas que si me iba a oír. Él y todo Willamatic.

Peligrosa pasión (1ª Bilogía "Novelas peligrosas")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora