Peligrosa pasión (1ª Bilogía "Novelas peligrosas")

24: ¿Deseo o amor?

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***

Salimos de su coche y me encuentro con un restaurante bastante peculiar... está rodeado de plantas y jardines, todo es verde y inspira algunos aires tropicales. Realmente esto es hermoso, sería el lugar idóneo para una boda preciosa.

Es entonces cuando me decido mirar el nombre y...

—No puede ser... —estoy frente al restaurante "Il viaggio botanico", el cual entró en la lista de los diez mejores restaurantes del mundo hace unos meses. Y yo estoy frente a él, ¡justo aquí!

No paraba de salir en las noticias. Sé que por dentro tiene muchísimos jardines, y cada uno con colores y temáticas diferentes.

—¿Te gusta? —me sonríe Jensen, cogiendo mi mano y llevándola a su boca. Deposita un beso en mis nudillos.

—Por fuera es precioso —unas fuentes y algunos setos nos reciben, acompañados de flores y enredaderas—. No tienes porque traerme a estos sitios tan... ostentosos. Nos pueden pillar Jensen y no creo que a Carolina le guste saber que andas por ahí conmigo. Al menos no creo que quieras que se entere por cotilleos —le miro y rasca su nuca.

Algo pasa. Siempre que está nervioso se rasca la nuca.

—Lo sé, pero nos van a meter en un jardín privado, reservé esta mañana —para entrar a estos restaurantes tienes que hacer la reserva meses por adelantado. Pero claro, él es el dueño de Willmatic, y seguro le dejen entrar en todos sitios. Le abren las puertas como a Moisés las aguas.

—No tienes por qué traerme a sitios tan caros, Jensen —me acerco a él y con mi mano acaricio su mejilla, mirando todas las facciones de su rostro. Es hermoso, tanto por dentro como por fuera—, yo solo te quiero a ti —no pienso lo último que digo. Oh dios ¿En serio he dicho eso? ¿Lo acabo de soltar?

Él abre los ojos y se queda mirándome.

—Yo quiero descubir todo lo nuevo contigo, pasear, tener buenos momentos... quiero invitarte a estos sitios tan hermosos —acerca su cara a la mía y me da un beso—, aunque ninguno llegue a ser tan hermoso como tú —sonrío cuando él me coge de la mano, arrastrándome hacia el restaurante. Andamos hacia delante y un chico viene directo a nosotros.

—Bienvenidos a "Il viaggio botanico" y gracias por venir, señor, señora. Síganme —andamos por los enormes jardines y me quedo con la boca abierta cuando me doy cuenta de que la mesa está dentro de un sauce.

Un corte en forma de arco en las hojas deja ver una mesa dentro, y la abertura deja ver el río el cual estamos cruzando. El pequeño riachuelo tiene a cientos de carpas nadando, cosa que me causa una exclamación de sorpresa.

Nos sentamos y me quedo mirando como cuidan cada detalle, cada milimétrico detalle. Tras pedir algo para beber elegimos la comida. Yo he pedido algo que es "Esplosione di baci".

Bebemos algo de vino mientras contemplo como los pájaros vuelan y el agua del rio va bajando. Sé que es un río artificial, pero da el pego a la perfección. Este restaurante es inmenso y hermoso.

—Es impresionante, eh —me dice mirándolo.

—Desde luego se lo han currado un montón para hacer este tipo de restaurante tan grande —vuelvo mi vista a él y sonrío. Hora de indagar— ¿Cómo que has venido a invitarme a comer? ¿Carolina no ha dicho nada al verte salir solo? —bebo vino mientras él me mira.

—Bárbara, te voy a ser sincero —apoya los codos en la mesa y me mira—, he peleado con ella. Y bastante fuerte —abro los ojos "sorprendida" y dejo la copa de vino, dejando que el líquido descienda por mi garganta.