4°- Strawberries

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Segunda parte de Snowflake

Advertencia Lemon

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Era gracioso el continuo y agudo sonido que sus zapatos granate hacían contra el suelo. Cada vez con más rapidez, y mostrando con cada toque lo ansioso y molesto que estaba. Bueno, estar usando unos zapatos de medio tacos de mujer, era esperarse que adaptaría esa postura. Con brazos cruzados, toda una madre refunfuñada.

— Ese sonido que haces es molesto. Ya para, Mahiru.

Y a la pierna de Shirota le entro un tic nervioso al golpear con más fuerza el suelo, levantándose de ese agradable sillón en una tienda de joyas.

— ¡¿Enserio a Lawless se le ocurre comprar un regalo en este momento?!

No le importó gritar a pesar de estar en un suntuoso lugar, pues, en esa tienda y a esa hora, estaba abarrotada de gente.

Su maid café había terminado hace dos horas. Lawless los había arrastrado medio camino hasta que de la nada se detuvo gritando, y después simplemente había girado y los arrastro nuevamente por otra dirección.

Nadie entendía y aun así lo seguían. Licht aun lado de su Servamp iba mas absorto por las fotos que de la dirección en sí. Misono se había rendido apenas cruzaron las puertas del gimnasio y ahora estaba siendo cargado en la espalda de Tetsu. Y Mahiru siendo arrastrado por Lawless y abrigándose todo lo posible con la chaqueta de Kuro, no comprendió hasta que se toparon en una calle con demasiada gente

— ¿Adónde vas Lawless? El hotel de ustedes está del otro lado.

— A comprar un regalo.

Absolutamente todos llevaron la mirada a Avaricia.

— Se me olvidó comprar un regalo a kranz.

Mahiru y el resto lo miraron como quien dice una estupidez. Una estupidez en plena víspera navideña, a esa hora y en ese lugar.

— También a Guil... y a Lichtan.

— ¿Que dices rata mierdosa?

"Más bien, se le olvido el regalo de todos" fugaz pensamiento que cruzo la mente de Shirota.

Y así se habían arrastrado al centro comercial. Muy mala idea. Demasiado, ya de por si Lawless era un tonto por olvidarse de los presentes, ellos eran unos verdaderos idiotas por seguir al Servamp avaricia al centro.

Por el camino se habían separado de Misono y compañía -sólo unos segundos se habían quitado los ojos de encima y ya estaban perdidos- dejando a Hyde, Mahiru y Kuro en una tienda de joyas. El rubio se peleaba con algunas señoras por aclamar atención de los atendedores, quienes solo eran tres, y no daban a basto a la cantidad de gente del lugar.

Se sorprendía que aun a esa hora haya gente comprando tan desesperadamente como Lawless. Algunos quizás buscando las súper ofertas de último minuto.

— ¡Al fin lo conseguí!, ¡me costó unos golpes y manoseos, pero lo compré!

Mahiru no quiso preguntar donde rayos habían manoseado a Lawless, pero al menos una compra estaba lista. Un hermoso y plateado reloj swiss eagle. Shirota miró el precio en ello y muy cuidadosamente lo dejo en manos de Hyde nuevamente.

"Demasiados ceros"

— Ahora algo para Guil... ¿tal vez un nuevo disfraz? ¿o una zunga? jajaja

— ¿Que le regalaras a Licht-san?

Lawless le sonrió pícaramente y Shirota volvió a girar el rostro sintiéndose cansado.

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