10°- Deseo

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El mirar la hora en su móvil solo le hacía preguntarse cuan lento pasa el tiempo. Las manillas del reloj de pared le confirmaban cada segundo lo solo que se encontraba, y el sonido de los cubiertos sobre su mesa era tan solitario que se sentía agobiado.

Shirota miro por enésima ves el departamento, y el silencio que había era cosa de todos los días. Había terminado todo los quehaceres del hogar. Lavar y tender la ropa. Limpiar y aspirar el departamento. Desempolvar algunos adornos y la mesa del living.

Todo. Había terminado todo hace unas horas. Limpiaba a diario el departamento por lo tanto la suciedad era mínima, y eso a cierta medida lo aburría. No había mucho que hacer. Su tío viajaba a diario por su trabajo, por lo tanto todos los días estaba solo. A veces sus amigos lo visitaban pero las visitas eran amenas.

Y al caer la noche, siempre se encontraba con la misma escena; esa angustiante soledad.

En instantes como ese; donde ya había terminado la cena y limpiado los cubiertos, se sentía aburrido y hasta abandonado en ese enorme departamento. Bajo su perspectiva, el silencio le hacía ver todo tan enorme y desolado.

Odiaba un poco la noche, ese momento donde ya no te queda nada que hacer y solo esperar la hora para ir a dormir. Su tío le había comprado juegos obviamente. Pero a veces jugar con la computadora era aburrido. Jugar sin una compañía le desanimaba.

La rutina de todos sus días era levantarse, bañarse y prepararse para ir a preparatoria. Encontrarse a sus amigos por el camino e iniciar un nuevo día escolar. Por las tardes despedirse de quienes él llamaba su familia e ir al departamento, o a veces detenerse en un mini mercado a hacer las compras. Llegar a casa, cambiarse de ropa, hacer sus deberes de estudiante y el resto del tiempo matarlo haciendo el aseo del hogar.

Todas las noches. Todos los días, desde que su madre lo abandono dejándolo tan solo en aquel cruel mundo. Había aprendido forzosamente a mantenerse. Aprendió lo que era valerse por sí mismo y no depender de alguien más. Tan solo desde tan pequeño...

Shirota apoyó su mano en la ventana aquella noche. Ver las estrellas y buscar en ella la respuesta a su soledad. Se pregunto si en alguna parte alguien pensaba en él. Si su tío pensaba en él en ese momento. Si sus amigos pensaban en él. Si alguien en alguna parte lo necesitara.

Pero se encontró a si mismo deseando a alguien. Alguna compañía. Alguien que pudiese estar con él en ese momento. Alguien con quien charlar en aquellas solitarias noches. Alguien que lo llamara a todo momento. Alguien que lo acompañara en todo momento.

Alguien... él quería a alguien a su lado. A pesar de tener amigos y a su tío, se sentía extrañamente vacío.

Las noches eran terriblemente solitarias.

Mahiru apoyó su frente en la ventana mientras susurra el nombre de su progenitora. Deseándola en su compañía. A alguien que pudiese brindarle el mismo cariño y amor que ella... o un sentimiento mas grande.

Y Shirota deseo tener a una persona a su lado, sin saber que al día siguiente su deseo se cumpliría gracias a una estrella que recorría el enorme y oscuro cielo, donde dos almas deseaban a alguien que los salvara de aquella soledad...

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Ha sido bastante tiempo que no escribía algo~~ (Dos semanas es una tortura para mi xd) Pero este especie de OneShot salió al ver esta hermosa imagen~~ 

Ha sido bastante tiempo que no escribía algo~~ (Dos semanas es una tortura para mi xd) Pero este especie de OneShot salió al ver esta hermosa imagen~~ 

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Ambos se necesitaban~ Solo miren la sonrisa de MahiMahi~~~ Creo que haré otro OneShot mas completo(?)~ 

Besitos! nos estamos viendo en el siguiente!

 Bye Bye~

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