— Estás mojado, sécate.
Mahiru parpadeó confundido cuando Kuro le extendió una toalla recién sacada del armario. Había pensado que el perezoso Servamp buscaba secarte para su propia conveniencia pero agradablemente equivocó.
— Gracias, Kuro.
Un murmullo obtuvo a cambio, y Shirota sonrió cuando el chico buscaba sus ropas secas en los cajones.
Ambos, de pies a cabeza, estaban empapados por la lluvia que los encontró de camino de la secundaria al departamento. Esa mañana Shirota no se preocupó de ver el reporte del clima, y Kuro llegó dormido a clase porque el Servamp no quiso despertarse. Por lo tanto, ninguno de los dos estaban informados del aguacero.
Kuro fue un culo perezoso esa mañana, como diría Mahiru.
Pero también, ese culo perezoso se preocupaba por él.
Tan mínimos detalles y que parecían tan casuales como tomar el té a las cinco de la tarde, todos los días, porque Kuro disfruta de un programa de tv, solo para permitirse la compañía mutua. Un momento que se volvía casual, pero necesario. De conversar amenas, y combinadas con un silencio opacado por el programa.
Un momento dónde ambos podían llamar vida. Uno donde las preocupaciones no existían, y una donde Kuro, su Servamp de la pereza, parecía otro humano disfrutando de un tonto programa de televisión.
Es entonces cuando él soltaba un suspiro reconciliador.
Se alegraba, desde lo más profundo de su ser, el haber recogido a Kuro ese día. ¿Qué sería de él sino? ¿Qué sería de su departamento sin esa presencia que lo llenaba de alegría cada día? De sus palabras sarcásticas para sacarle una sonrisa, o un bufido fastidiado, pero iluminando su existencia de igual forma.
Él estaba completamente perdido, y seguramente, lo seguiría en la soledad de esas paredes.
Pero Kuro y su indudable pereza -y sin esfuerzo alguno- derribó sus muros y entró a su vida haciendo de la coincidencia de encontrarse; un destino, y sellaron sus almas con más que un contrato al volverse amigos, camaradas, pareja... compañeros de vida que ni la muerte los separará si llegaran a saludarla. Porque Kuro se lo ha demostrado. Él con su mente simple y sus impulsos a flor de piel, le han dado en más de una oportunidad a Kuro de demostrarle lo importante que es él en su vida.
Y como su Servamp lo es en la suya.
— MahiMahi está en las nubes — Shirota sonrió cuando Kuro fue directo al living a encender la tv. El ritual de todos los días comenzaba— Mahiru el té — y las mismas palabras de su Servamp endulzando su tarde.
— Si, si. Ya sé.
Había veces en donde Mahiru pensaba que Kuro era su propia luz. Sabía muy bien que su Servamp se calificaba el mismo como el lado negativo, o lo malvado. Esa contraparte adversa de su relación Eve-Servamp. Donde Sleepy Ash era el pecado de pereza, y él, Mahiru Shirota su virtud, su razón...
— MahiMahi las galletas.
Pero lo cierto es que ha pensando que Kuro no es un pecado.
— Te volverás un gato obeso, Kuro.
Lo cierto, es que Kuu-chan se ha vuelto su razón de vivir.
— El día en que yo engorde, MahiMahi usará una falda y me hará un sensual baile.
Una fatigante y perezosa razón de vivir.
*°*°*°*°*°*°*°*
Lo cursi me invade! y quizás no es necesario que Kuu-chan engorde para que Mahi use traje y le baile~~
Nos vemos en el siguiente!!
Bye Bye~
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Daily Life
Fanfic[Servamp/Yaoi] [Romance/Humor/Smut/Tragedia] [Sobre Natural/ AU] [One-shot/ Drabbles] [ Kuro/Mahiru] El día a día en sus vidas estaba llenas de memorias y recuerdos dichosos, y dolorosos. La cotidianidad y lo íntimo, cada uno de ellos indagando pro...