Llegamos a la misma habitación en donde estábamos antes. Le solté la mano a Sahara y me dirigí hacia un lado en donde había una mesa rustica para procesar toda la información que me había dado Sahara hacía un rato. No podía creer y mucho menos aceptar la horrible situación que le había echo pasar a Deva, eso y sin contar que... la asesine. Y no era solo eso, todo lo que me dijo de mi... nuestra madre y además ese tema, no podía creer que éramos hermanas, y de sangre. Mire hacia mi izquierda y pude ver a Sahara con cara de preocupación, me acerque a ella y le pregunte:
— ¿Que te pasa? — Le agarre suavemente el hombro.
— Los Silvers nos encontraron y me imagino que escucharon, así que seguramente le van a decir todo a Deva. Y si ella se entera de que somos hermanas vendrá a matarnos mas rápido
— Entonces... ¿Qué podemos hacer? — Pregunte alarmada.
— Salir de aquí lo mas rápido posible. —Dijo sin mas.
— ¿Y... .cuando seria eso?
— En el baile de primavera —Me miro fijamente.
— ¿Aquí hacen eso? —Pregunte.
— Cada cuarto menguante hacen los bailes—Respondió.— es una tradición. No la conozco bien, pero se que es el mejor momento para irnos ya que se dice que la luna cuando esta en cuarto menguante bloquea cualquier acto de brujería y hechizos que hagan, y por eso podríamos irnos de aquí sin ser aniquiladas por nadie.
— Recuerda que ellos siguen teniendo brazos y piernas. Podrían aniquilarnos si nos golpean
— Una de las ventajas de los muerto es que cuando estos reviven, su capacidad de pelear físicamente es tan baja, que un golpe de ellos puede resultar un empujoncito.
— ¿Y cuando va a ser el baile? —Pregunte mirando a la nada.
— En una semana —Respondió.
— ¿¡En una semana!? —Puse mis ojos como platos.— ¿Sahara no crees que en una semana o mucho antes Deva y su clan nos podrían asesinar?
— Nadie se atrevería a asesinar en un lugar publico, y muchísimo menos en una academia.—Respondió segura.
La mire con seguridad.
—Okay—Dije sonriendo.— pero... se te olvida que duermo en la misma habitación de ella.
— Actúa normal, pero procura que no sospeche nada.
— Esta bien. —Sonreí.
— Tenemos que irnos —Dijo mirándome.
— Cierto —Me abrace por el frió.— si sigo aquí me voy a congelar.
°°°
Me desperté apenas que el sol me dio en la cara, me duche y me puse el uniforme. Salí sin ni siquiera despertar a Deva y fui hacia mi primera clase que era pintura mágica, en esa clase estaba con Sahara y Deimon. La clase y las horas siguieron normal y sin ningún problema. Dimos tres clases mas hasta que toco el timbre que anunciaba el almuerzo, Salí la clase de artes marciales corriendo, sin esperar a absolutamente nadie y fui directo hacia el comedor. Una vez hay fui a buscar mi almuerzo y me senté en una mesa apartada, comencé a comer tranquilamente hasta que sentí la mano de alguien en mi hombro y me sobresalte.
— ¿Te asuste? — Dijo Deimon llegando.
— Deimon — Dije fingiendo entusiasmo. — no te preocupes
— Oh, bien... y cuéntame, ¿como as estado?
— bien... oye... tengo que irme.—Me levante de la mesa.
— ¿Por que?, todavía no as terminado tu comida —Dijo viéndola.
— Ya... no tengo hambre
Iba a irme hasta que el dijo algo que hizo que por segundos mi corazón parara.
— Beckan... ¿que es eso que tienes en la mano? —Miro el símbolo.
—Nada —Dije rápidamente.— No... no es nada
— Segu...
De pronto llego Sahara haciendo que Deimon no terminara la palabra.
— Livana....emm... el profesor de artes marciales quiere verte... —Comenzó a ver a Deimon discretamente para darme a entender de que me parara de ahi
— Ohh, claro... ya voy —Me levante rápidamente de la mesa y fui con ella.
Sahara estaba caminando rapido y sin parara, y yo tuve que correr para alcanzarla. Pasamos por el salon de artes marciales y dimos la vuelta para ir hacia el baño. Una vez hay Sahara se detuvo.
— Estamos en problemas —Me miro a los ojos seriamente.
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Livana #WOWawards2k17
FantasyLivana es una chica de dieciocho años que llega por alguna razón al la academia. No sabe la verdad de nada. Y eso le traerá horribles consecuencias. ¿Se dará cuenta de lo que realmente es.? recuerda que tus amigos se vuelven enemigos algún día, y qu...