Capitulo 3.-Mejillas ardiendo.

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Vivir con dos personas desconocidas para mí es extraño pero si mamá deja que ellos vivan acá es por alguna razón y creo que razón tiene gravedad. Además es un chico de mi edad y espero no llevarme mal con él o si no la estadía en mí propia casa se haría un infierno.

Cuando iba bajando las escaleras me fije como entraban las personas de mudanza con caja y muebles, mientras mi madre esperaba en la puerta y vigilaba.

—¿Qué es esto? —le pregunto.

Ella me mira.

—Buenos días cariño —me dice y abraza así misma por el frio—. Es la mudanza de Lisa y su hijo.

—¿Tan pronto mama? —pregunto incrédula, ella me mira.

—Pensé que te había dicho —me responde y niego—. Bueno total, ellos vendrán hoy.

Rodeo los ojos.

—Yo también vivo aquí —le digo y ella me mira fijamente.

—Siento no haberte dicho —me dice mirándome.

Me encojo los hombros.

—Iré por el desayuno —le informo sin creer lo que estaba pasando.

Cuando había terminado de preparar mi desayuno, mi madre se vino a la cocina, anunciando que los de mudanza se había ido y que Lisa y su hijo llegarían a la tarde.

—¿Cómo es el chico mamá? —le pregunto mientras comía.

—Es un amor —me responde para sentarse a mi lado.

—¿Se cambiara de Instituto o quedara en el suyo? —le pregunto a mi madre.

—No estudia.

—Pero que no tiene mi edad —dije mientras tomaba café.

—Claro, solamente que él un niño genio —la miro incrédula—. Si termino a los quince el instituto, pero Lisa igual lo manda al colegio solo que no estudia como un estudiante normal.

—Entiendo, es para que viva su etapa —le digo y ella asiente, robándome una mascada de mi tostada.

—Pero por lo que he visto yo, es un joven con mucha mentalidad de un niño aunque no sea así —dice mi madre limpiándose las manos—. Pero tú de lejos con él.

—Mamá... —le digo y ella me sonríe—. Ni siquiera lo conozco.

—Pero conócelo bien antes de todo y no lo digo por solamente un chico, lo digo por todos —me dice.

Rodeo los ojos.

—Lo sé mamá —le digo segura—. Y antes que me des una clase de sexualidad y siga quedando con trauma por las fotos del otro día de enfermedades, me iré.

—Eso para que aprendas —me dice y me rio.

—Hay mamas más normales —le digo.

—¡Hay hijas más normales!

Mi madre grita mientras me iba lavar los dientes y se despide con un beso en la frente mientras yo también le doy uno. En el camino al instituto me encontré con Valeria cual al llegar, nos fuimos directamente a nuestra clase.

—¿Y qué paso ayer al final? —me pregunta.

—¿Con respecto a qué?

—A lo pensativa que estabas —me dice y muerdo el labio nervioso.

—Mi madre me anuncio que su amiga y su hijo se van a ir a vivir a nuestra casa, ya que Lisa; la amiga de mi madre y su hijo se quedaron sin casa —le digo y ella me mira.

El primer beso ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora