Capítulo 28.- Suéltame.

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Después de aquello Kieran se había mantenido tranquilo, ya que le había prometido evitar a James cuando venía a mi hogar.

Era sábado y el hambre había ganado, asique había bajado para tomar mi desayuno cuando vi a Lisa entrar a la cocina, quien trata de hablarme durante los días de la semana. No es que la odiara, pero todavía se me hacía muy extraño la relación con mi madre.

Prepare mi desayuno normalmente mientras ella hablaba.

—Sé que tengo que ganarme tu confianza Audrey —me giro para para mirarla mientras seguía haciendo mi desayuno—. Podríamos ir al centro comercial a comprarte algo de ropa nueva Audrey.

—Me gusta ir con mi amiga —le digo.

Lisa me queda mirando.

—Además no creo que mi madre me dará dinero —le digo—. No trates de ganarte mi confianza Lisa...

—Audrey....de verdad que siento todo esto —me dice ella.

No le digo nada más. Tome mi desayuno para irme tranquilamente a mi habitación. Me encontré a mi madre quien ni siquiera la saludo. Si, ya llevaba semanas así todo en casa.

Toda la mañana literalmente no hice nada hasta que mi madre entro para hablar conmigo.

—Lisa me hablo de lo que te propuso esta mañana —me dice sentándose a la orilla de mi cama.

Me quedo en silencio y mirándola.

—Sé que estas molesta Audrey y es mi culpa, pero quiero que sepas que nunca fuiste un error, al contrario, yo te hice con mucho amor con tu padre —hice una mueca de asco—. Lo que te quiero decir que eres mi vida Audrey y a pesar de que tú creas que soy lesbiana, no es tan así, soy bisexual.

Alzo las cejas sorprendida ante aquello.

—Sé que es un proceso largo de asimilar, pero iras acostumbrándote y sé que mi niña no me juzgaría por quien yo amo —me dice ella—. Dame alguna oportunidad aunque sea Audrey...

La quedo mirando en silencio.

—Por favor... —me súplica.

La quedo mirando de nuevo hasta que le digo

—Está bien, pero por favor eviten besarse delante, aun se me hace extraño... —le digo.

Mi madre me mira y forma una sonrisa dulce.

—Bueno...solo báñate que te esperaremos abajo

Mi madre salió de la habitación para que yo me fuera a duchar. Tome mis cosas y me fui a la ducha, aun lado del mueble deje mi teléfono móvil para escuchar música mientras me bañaba.

Al principio me llamaron y llamo mí atención mientras me estaba bañando, pensé en Valeria o Kieran, pero al salir de la Ducha me lleve la sorpresa que era el número de James.

No le conteste.

No tenía por qué hacerlo. Todo había acabado de manera tajante hace semanas atrás. Tampoco me sorprendió porque hizo eso James. Quizás el de alguna forma se estaba haciendo el inocente y por dentro era un enfermo que manipulaba a las personas.

Un rato más tarde había bajado a la sala para encontrarme con Lisa y mi madre, quien me esperaban con unas sonrisas. Si esto haría que la relación fuera mejor y que de alguna manera perdonara a mi madre, tenía que hacerlo... total iba a ser mi madre toda la vida.

Fuimos hasta el centro comercial, Lisa me compro un helado de tres sabores como si fuera niña pequeña, mire a mi madre quien solo pedía que lo aceptara y lo hice. Después de comer mi helado pasamos por las tiendas viendo ropa, mi madre se probó ropa conmigo mientras Lisa nos esperaba, después seguimos siendo lo mismo hasta que Lisa se probó ropa y se compró.

El primer beso ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora