El domingo fue un día tranquilo, ya que Lisa y James habían salido hacer trámites, mientras mi madre y yo nos quedábamos en casa. Volviendo al presente, es lunes y eso quiere decir que tendré que ir al instituto toda la semana.
Entre a la cocina cuando escucho el grito de James del otro lado de mi casa.
—¡Mamá! ¡¿Mi gorra?!
Capte como mi madre se reía y Lisa se daba vuelta para responderle con grito.
—¡No lo sé!
Parpadee mirando a Lisa, ella me miro y pude notar un poco de vergüenza en su rostro, mi madre al verme me da un beso en mi frente.
—¿Cómo amaneciste mi bebe? —me pregunta mirándome.
— Bien mami —le respondo para formale una sonrisa—. ¿Y tú?
—Muy bien cariño —me responde.
—Buenos días Audrey —me dice Lisa.
—Muy buenos —le respondo.
—Ven cariño a sentarte, enseguida te doy el desayuno —me dice mi madre.
Yo sonrió como niña pequeña, dejo mi mochila al lado y me siento, justo en eso entra James hablando entre dientes para él mismo, cosas sin sentido. Mi estómago se contrajo esperando que no me diera un beso o lo contrario.
—Mamá hoy saldré con Dayan —le dice a Lisa quien le pasa los platos a mi madre.
—Temprano llegas —le exige Lisa.
—¿Quién es Dayan? —pregunta mi madre.
Yo lo miro y James capta mi mirada, devolviendo mi cabeza justo en mi madre.
—Mi mejor amigo —dice él.
—Inseparables —cometa Lisa dándose vuelta.
—Al igual que Valeria y Audrey —comenta mi madre y yo rodeo los ojos, siempre dejándome expuesta.
Lisa estaba lavando los platos ahora, mientras mi madre le servía desayuno a James y a mí. Comí tranquilamente mientras escuchaba y veía como James, Lisa y madre hablaban cosas cual no estaba tomando atención.
—Díganme cuando vean mi gorra —dice James al aire cuando termina de comer.
Mi madre y Lisa se fueron hacer sus cosas, mientras yo terminaba y veía la espalda de James. Aún no podía quitar su trasero en bóxer, sentí como mis mejillas empezaban arder. No hay que pensar en eso me digo a mi misma.
—¿En que piensas bonita? —la voz de James al lado mío hace que me caíga del asiento, mientras lo veía como se agachaba para ayudarme—. ¿Estas bien?
Me había dolió, puta silla que no afirma bien y puto él, que tiene unos ojos azules impresionantemente azules.
Ay dios.
—¿Te dolió mucho? —me pregunta.
—No, no mucho —le contesto rápido y escucho la voz de mi madre acercándose.
—Audrey tienes que irte al instituto o si...¿Qué te paso? —me pregunta mi madre preocupada acercándose a mi.
—Me ha asuste sin querer con James —le digo a ella y ella me fulmina con la mirada.
—Déjense de juegos —nos mira a los dos—. Apresúrate o llegaras tarde.
—Si señora —le digo.
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El primer beso ©
Teen FictionAudrey Jensen cayó en una apuesta por un grupo de chicos populares. La humillación que sintió ese día fue el quiebre de su corazón. Pero el tiempo le dará el amor de una manera dulce pero incomprensible.