Había pasado exactamente una semana que me había besado con Kieran. Una semana que mis sentimientos ya estaban más que confundidos. Trato de no mirar a Kieran pero no lo logro, no puedo evitar sus labios y la forma en que nos besamos en los casilleros no lo puedo quitar de la mente.
Por otro lado estaba James que eran tan sexy pero que algunas veces tampoco lo podía comprender. Hacía cosas que me resultaban extrañas.
Yo estaba tomando desayuno tranquila, cuando entra James con una toalla a sus caderas. Él me ignora para ir directamente a sacar los alimentos.
—Buenos días preciosa —me dice él.
—Buenos días —le contesto.
James deja las cosas en la mesa y se acerca hacia mí, veo que todavía tenía el cabello mojado.
—Un beso matutino no estaría de más —se me acerca a mí.
Me sonrojo ante aquello.
—No estaría mal —le digo algo coqueta.
James sonríe para después besarme. Acepto su beso tranquilamente mientras mis manos iban a su trasero y lo aprieto entres mis manos. James da un brinco.
—¿A qué se debe eso? —me pregunta coqueto.
Toso haciéndome la tonta.
—Fue el impulso —le digo y James sonríe coquetamente.
—¿y si yo te toco? —me pregunta y me sorprendo.
James me guiñe el ojo mientras se mordió el labio.
—No te quedas callada Audrey —me dice.
—No lo hago —le contesto—. Solo estoy algo nerviosa.
De pronto James toca suavemente mi seno y haciendo que me avergüenza al instante, quito su mano rápidamente ofendida.
—Estamos a mano —me dice para alejarse.
James se gira y veo su espalda desnuda.
—Eso no se hace —le digo y James gira su cabeza para mirarme.
—Tampoco tocarme sin que yo quiera —me sonríe.
Muerdo mi labio.
—En mi defensa tiene un trasero lindo —le digo y James se ríe suavemente.
Sin decir nada más, James empezó a hacer su desayuno para sentarse al lado mio. Me acompaño hasta que yo termine y me fui a lavar mis dientes, mientras él se iba a vestir para comenzar el día. Hoy teníamos planeado salir los dos juntos pero no sabíamos dónde. Le pedí eso a él para poder aclarar mis sentimientos hacia él. James había sacado el auto de la casa y me estaba esperando con una sonrisa.
—¿Dónde vamos? —le pregunto.
—Tu tranquila —dice cuando estamos adentro—. Que es una sorpresa.
No dijimos muchas durante el camino, ya que yo me dedicaba a disfrutar el paisaje.
Cuando estaba viendo el mar, sonreí como idiota, James estaba llevándome a la playa.
—Creo que la sorpresa es muy evidente —le digo.
Veo a James sonriendo con sus gafas puestas mientras conducía, detrás de su perfil veía el mar que brillaba de una forma intensa. James aparco en un estacionamiento cerca, al salir me sorprendí que había arboles alrededor, parecía un bosque.
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El primer beso ©
Teen FictionAudrey Jensen cayó en una apuesta por un grupo de chicos populares. La humillación que sintió ese día fue el quiebre de su corazón. Pero el tiempo le dará el amor de una manera dulce pero incomprensible.