Es jueves, puedo decir que han pasado tres semanas desde que conozco a James y a sus besos. Esta semana ha sido una locura, el ramo de flores, la carta perdida, Dayan y Valeria con miradas, James y yo ocultándonos en los pasillos de mi casa para no ser descubiertos, me siento una chica rebelde por hacer esto.Había tomado desayuno ya que nadie se había despertado, asique tuve que irme al Instituto rápidamente antes que mi madre despertara y me dijera porque no lave mis trastes sucios. El día había pasado demasiado rápido, había llegado a mi primera clase para encontrarme con Valeria y darme cuenta que el profesor no había llegado, a la segundo y tercer bloque no habíamos hecho casi nada, había sido un día relajado hasta que llegamos a la cafetería. Valeria sacó una bandeja de comida y la seguí yo, para luego sentarnos en eso vimos como al fotógrafo del diario escolar le estaba sacando fotos a los cincos idiotas para luego, yo creo, subirlo a Facebook que son los más lindos.
Idiotas.
—No se dan cuenta que pierde el tiempo con ellos —comento Valeria por el fotógrafo.
—Son unas bestias —le digo cuando estoy sentada, ella me miro y rio.
—¿Sabes?
—¿Qué?
—Ya no me dan celos —me espeta mirando a Devon.
—¿Se podría saber por qué? —subo y bajo mis cejas rápidamente.
Ella sonríe picara.
—Dayan... —dice ella y yo me rio chillona—. Además Devon se ve feliz con Jasmine.
Jasmine estaba con Devon, abrazándose muy acaramelados. La mano del chico estaba en su muslo y ella le sonría demasiado coqueta para que nadie se diera cuenta de lo que iban hacer después.
—Vamos a buscar las mochilas —le digo cuando terminamos.
—Mejor te espero en salida —me dice.
—Bueno.
Nos levantamos de la mesa y salimos, Valeria tomo el camino de la salida y yo para ir a buscar nuestras mochilas.
Mientras iba caminando no podía evitar pensar en Valeria y Devon, ellos habrían hecho bonita pareja si tan solo él no fuera un idiota con todas sus palabras. Pero en cambio llego Dayan, que ha sido un chico increíble con ella. Valeria se lo merece.
Los pasillos de adentro estaban cerrados, tomé otro caminó cuándo estaba a punto de llegar a mi casillero cuando siento unas manos que me toman de los muslos que me empujan fuertemente en los casilleros, haciéndome gemir de un leve dolor. Mire a mi atacante cual no me esperaba que fuera él.
—¿Qué quieres Kieran? —le miro mientras me dolía algo mi espalda.
—Tenemos que hablar —me dice seriamente y se le forma una sonrisa que me asusta.
—Yo que sepa no tenemos nada que hablar entre tú y yo —le digo acomodándome en casillero.
—Sí, si hay cosas por hablar —coloca su antebrazo al lado de mi hombro—. Sé lo que está tramando Audrey.
—¿De qué hablas? —le pregunto extraña por su pregunta.
—¡No te hagas la estúpida! —coloco su otro antebrazo cerrándome alguna escapatoria.
—No sé de lo que hablas —trate de calmarme, sus ojos color miel me miraban fijamente esperando algo.
—Explícame la carta y rosas —me exige y yo lo miro extraña.
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El primer beso ©
Teen FictionAudrey Jensen cayó en una apuesta por un grupo de chicos populares. La humillación que sintió ese día fue el quiebre de su corazón. Pero el tiempo le dará el amor de una manera dulce pero incomprensible.