flaws | h.s

dos

Abrí mis ojos y lo primero que hice fue mirar el lado vacío de la cama, donde yacía una nota. Ni siquiera sé porque pensé que ahora la situación cambiaría; siempre era lo mismo y esta vez no sería la excepción. Rodé los ojos y tomé la pequeña hoja para leerla.

"Cariño, lamento no poder quedarme. Surgió algo.
Con amor, Edward"

Suspiré y dejé el papel en mismo lugar que lo encontré. Me paré de la cama y comencé a vestirme, lo que me llevó alrededor de 10 minutos mientras buscaba cada prenda. Me adentré al baño y me hice un moño desordenado. Proseguí a lavar mi cara y a enjuagar mi boca. Como no tenía pasta dental ni un cepillo, tomé una de las mentas que se encontraban en una pequeña canasta junto a los jabones y artículos para el cabello. Me di una última mirada al espejo, asegurándome de que no me viera tan mal, antes de salir del baño. Tomé mis tacones, que se situaban cerca de la puerta y me los coloqué. A lo lejos localicé mi celular y mi bolso de mano sobre la mesa de noche, y me acerqué a tomarlos pero algo más llamó mi atención, la nota que había dejado en su lugar.

Solté lo que en un principio quería y apoyé una rodilla en la cama para poder estirarme a agarrar el papel. Me reincorpore y la leí una vez más. Él no iba a cambiar, simplemente no lo haría. Él pondrá su trabajo primero antes que nuestro matrimonio, sin dudarlo, y yo seguiría pretendiendo que todo estaba bien, como siempre. Arrugué la nota y fui al cesto de la basura del baño y lo tiré, volví a salir de allí y ahora si, tomé mi bolso donde metí mi celular y salí de la habitación. Hice mi camino por los pasillos hasta el elevador y esperé a que este bajara.

Una vez que llegó, entré y saludé a unas cuantas personas, que al parecer también habían asistido al evento de ayer, a juzgar por su ropa. Mi celular vibró y lo saqué de mi bolso. Un mensaje de Savannah, mi empleada y amiga más cercana.

"¿La Fonte? ¿1 pm? "

Sonreí por primera vez en la mañana y me apresuré a responderle devuelta.

"Ahí te veo."

Las puertas del ascensor se abrieron y esperé a que las personas bajaran, para salir yo de última. Hice mi camino hasta la recepción y entregué la llave. Una chica diferente a la de ayer, me sonrió y tomó la tarjeta.

"Espero que su estancia, haya sido de su agrado, Señora Wright"

"Lo ha sido..." mis ojos se desviaron hasta el gafete de su camisa "... Leilah." Sonreí. Ella abrió la boca para decir algo pero luego se limitó a sonreír pícaramente y a alejarse. Fruncí el ceño y me giré para irme pero me topé con algo. Mejor dicho, con alguien.

"Harry" dije.

"Buenos días, Venus" sonrió.

"Buenos días" le sonreí de vuelta y miré la hora en mi celular, 11:30 pm. "Se me hace tarde" musité.

"No te preocupes por ello, Edward dejó a alguien encargado de llevarte. De hecho, te está esperando."

"Oh" fue lo único que salió de mis labios, sin embargo, estaba muy feliz por el lindo gesto. Al menos, no dejó que me fuera sola. "Gracias por decirme"

Harry me indicó con su mano, de una manera sutil, que avanzara. "Después de ti" Sonreí y comencé a caminar hasta la salida, no sin antes enviarle un mensaje a Edward.