N/a: antes de que comiencen a leer, les recomiendo que cuando lleguen a la parte del punto de vista de Venus, lean con la canción que dejé en multimedia. Ahora si, disfruten.
Harry.
En mala hora me tuvo que invitar Edward a desayunar con ellos. La noticia de que Vee estaba embarazada, me había sentado mal y no dejaba de atormentar a mi cabeza.
Recuerdo la primera vez que la vi, en la inauguración del hotel, saludando amablemente a personas que ni conocía y regalando pequeñas sonrisas. Se veía hermosa y eso fue algo que no dejé pasar por alto desde el momento en el que estuve en lo alto del escenario mientras daba mi discurso de bienvenida; al igual que cuando la seguí hasta los jardines, donde se encontraba sentada, sola y con la mirada perdida en los arbustos, como si fuese la cosa más interesante del mundo.
No sé exactamente que me llevó a sentarme con ella, pero si sé que desde ese momento, me estaba metiendo en terreno peligroso y sin embargo, no le presté atención. Pero ahora no sé si siga pensando lo mismo, porque a pesar de que la conozco muy poco, me importa y con ello, me refiero a que prefiero que ella esté bien, a que yo haga de las mías por mi egoísmo y todo termine peor, si es que ya no lo hizo.
Agh, ¿Por qué justamente de ella? ¡Demonios!
"Harry." Me habló Alec, mi mejor amigo y asesor de negocios, sacándome de mis pensamientos. Observé la sala, donde todas las personas reunidas, incluido él, me miraban fijamente. Fruncí el ceño y Alec apuntó con sus ojos hacia mi mano, seguí su mirada y me sorprendí al ver que el vaso de whisky, había quedado destrozado por mis propias manos, las cuales se encontraban cortadas y con uno que otro cristal incrustado en mi piel.
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"¿Nos dan unos minutos, por favor?" Les dijo a todos sin apartar la vista de mi y le pidió a Elaine, mi secretaria, que consiguiera unas vendas, a lo que ella aceptó para luego retirarse. "¿Estás consciente de que acabas de arruinar una reunión importante para tu negocio?"
"Se puede arreglar."
"¡Quedaste como un completo lunático!" Exclamó desde la otra punta de la larga mesa, apoyando ambas manos en ella y alzándose un poco de su asiento. "En lo que sea que estés pensando, déjalo, ya luego iremos por unos tragos y me contarás. En estos momentos, te necesito con la cabeza fría aquí."
"De acuerdo."
Alec asintió con la cabeza y se levantó para caminar a la puerta y salir, regresando a los segundos con toda la gente que estaba al principio. Les pedí una disculpa por el incidente ocurrido, ignorando el dolor pulsante de mi mano, la cual Elaine estaba vendando y sin más que decir, comencé a hablar sobre el verdadero objetivo de nuestra reunión. Así se mantuvo la tarde, discutiendo de contratos, acuerdos y condiciones. En algunos momentos, no podía evitar pensar en Venus pero tan pronto como sentía la mirada de Alec, recobraba la compostura.