Segunda Oportunidad ❀ Kookmin

❥ Segundo capítulo

JiMin

— ¿Qué?... — TaeHyung parecía totalmente sorprendido. — JiMin sabes muy bien que JungKook gusta de mujeres y no de hombres, ¿Cierto?

Asentí, mientras dirigía mi vista hacia la mesa del equipo de basketball, en donde estaban sentados HoSeok, JungKook y NamJoon, a este último nunca pude meterlo en mi cama, pues tenía a la diva más grande de toda la universidad como su novio. También había otros chicos más en aquel lugar, pero mi atención solo iba dirigida hacia Jeon JungKook.

— JiMin ¿me estás escuchando?

Sacudí la cabeza y sonreí de la manera más tierna.

— Ya vuelvo — me levante de mi lugar  y me encaminé hacia esos idiotas con cuerpo de "simios".

Podía escuchar los llamados de TaeHyung cada vez más lejos, pero lo ignoré totalmente hasta que llegué a aquella mesa donde los gritos eran más altos y en donde solo escuchaba palabras obscenas y muchos silbidos hacia mi persona. La verdad no me afectaba, al contrario, me encantaba.

— Hola Hobi... — Le sonreí y sin esperar alguna invitación, me senté en su regazo.

Todos en la mesa me quedaron viendo, aunque claro, la mayoría sabía de mi puesto y de mi trato hacia los hombres como ellos. JungKook, por otro lado, solo se dedicó a hablar con otro de sus compañeros. Lo estaba perdiendo.

— ¡Mierda! JiMin ya tuve tu culo, no tienes que hacerlo de nuevo. — murmuró el imbécil que me tenía en su regazo y lo hizo demasiado fuerte como para que todos en la mesa gritaran y rieran por su chiste sin gracia.

Claro que no quedaría como un regalado, eso sí que no. Podía ser una puta, pero nunca una regalada.

Reí sin humor y lo miré mal.

— Y al parecer no supiste complacerme bien. — le sonreí, como si en realidad no hubiera dicho algo ofensivo hacia su persona.. — y por esa razón he venido a buscar a otros que sí sepan llenar un hueco y no como tú, que apenas la metes y ya te corres.

Reí verdaderamente al oír las risas y burlas que hacían todos sobre el pene y la resistencia de HoSeok en la cama. Claro que el chico era bueno en la cama, pero el muy idiota era demasiado tierno al tiempo de hacerlo.

— ¡Véte al demonio, Park!

Me levanté de su regazo, ignorando su leve insulto y caminé hacia mi objetivo principal, quien me miraba con cara de... ¿asco?

— Te diré lo mismo que HoSeok, Park — musitó apenas me vio cerca de él.

No pude evitar demostrar el enojo que llenó mi cuerpo entero al ver el rechazo de JungKook, así que opté por la mejor opción: humillarlo.

— No te preocupes, Jeon... sé que eres un completo cobarde como para metérsela a un hombre.

Todos en la mesa comenzaron a reír y a burlarse de su hombría, a lo que sonreí con mucho orgullo. En cambio, JungKook solo estaba rojo de la cólera.

Gran error: Meterse con el ego o la hombría de un hombre. No sabes de lo qué es capaz de hacer por recuperar el respeto de sus súbditos.