JiMin
Después de haber escuchado las palabras de mi madre, me asusté demasiado, pues conociéndola bien sabía que ella haría hasta lo imposible para hacer cumplir su palabra. Ella trataría de matar a mi bebé.
Volví a pasar el dorso de mi mano por una de mis mejillas, borrando así la lágrima que se escapó. Abracé mis rodillas y miré la hora en mi móvil: «02:00 a.m» Iba amanecer por completo dentro de unas horas y mi estómago seguía pidiendo comida.
Mordí internamente mi labio inferior antes de ponerme de pie. A paso lento me dirigí hacia la puerta de mi habitación y la abrí con mucho cuidado de no hacer ruido, al estar fuera caminé por el pasillo y bajé la escaleras de puntitas.
Sonreí al pensar que logré llegar a la cocina sin haber despertado a nadie, pero mi felicidad se derrumbó al ser sorprendido por mi padre. Dejé el helado, que anteriormente había sacado del congelador, y tragué grueso.
— ¿Entonces es cierto? — Volví a pasar saliva, sin tener mucho qué decir, y baje la mirada. — ¿Cuándo lo harás? — Levanté la mirada con confusión, esperando recibir alguna explicación, pues la verdad no entendía nada. — ¿Cuándo abortarás? — habló de lo más normal.
— Yo no abortaré. — dije con firmeza.
Al igual que mi madre, él frunció su ceño. Estaba enojado.
— ¡Tú lo abortarás! — gritó. — No quiero un bastardo en mi familia. Suficiente tengo con mantenerte a ti como para que ahora nos eches encima a un niño no reconocido.
Ahora el que estaba enojado era yo.
— ¡No hables así de mi hijo! — le grité. Mi padre se sorprendió, pues jamás le había levantado la voz. — Mi hijo no es ningún bastardo.
Él solo bufó.
— ¡No me vas a arruinar los planes, mocoso! — se cruzó de brazos. — Así que si quieres tener a ese bastardo, te conseguirás a alguien.
— Yo... él no sa...
— ¡No estaba hablando del verdadero padre!
Lo miré con más confusión, pero esta vez no dijo nada y se marchó, dejándome con muchas preguntas y dudas en la cabeza que al final solo llegaron a una conclusión: ellos estaban planeando algo contra mi bebé.
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Segunda oportunidad
┖┈┈┈┈┈┈┈୨♡୧┈┈┈┈┈┈┈┚Corría por las calles mientras agarraba con mucha firmeza el café con leche que tanto me había costado conseguir. Algunas personas me miraban raro, sin saber por qué corría por las calles y empujaba a todo el que se me atrevasara. La respuesta era muy simple: me había quedado dormido.
Seguí corriendo a toda velocidad hasta que a lo lejos logré observar a mi mejor amigo. Sonreí al notar que él tampoco entraba a la universidad.
— ¡TaeHyung! — grité, alzando mi brazo libre. Él no me hizo caso. Suspiré y seguí corriendo hasta llegar a él... y a la pequeña razón de su ahora distracción. MinHo le sonreía mientras oía todo lo que decía mi amigo. — TaeHyung tenemos que entrar — dije a la par que veía mi reloj de mano. Estábamos retrasados por cinco minutos.
TaeHyung solo hizo un puchero al verme y tomó de mi muñeca para luego apartarnos de MinHo.
— Quiero que me hagas un gran favor — susurró. Miré por sobre su hombro y noté que no llevaba su mochila. — Quiero que le digas a todos los profesores que estoy enfermo. — volvió a susurrar. Lo miré con mucha sorpresa, pues mi amigo no era de faltar y mucho menos un mentiroso. — Me ayudarás, ¿cierto? — negué.
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Segunda Oportunidad ❀ Kookmin
Fanfiction❀Kookmin A veces lo único que necesitamos es una segunda oportunidad para hacer las cosas bien, actuar de manera correcta, remediar algún daño o simplemente para mejorar en algún aspecto de nuestra vida. JiMin sabía lo que podía obtener con tan sol...